DAREDEVIL: Un mundo urgido de héroes…

Dicen los clásicos que la Justicia es ciega. Y probablemente así sea. En países como el nuestro, es bastante probable que la justicia no solamente...

21 de mayo, 2015

Dicen los clásicos que la Justicia es ciega. Y probablemente así sea. En países como el nuestro, es bastante probable que la justicia no solamente sea ciega, sino también sorda, gorda e insensible, y que probablemente la dama que sostiene la balanza resulte ser prima, hermana o pariente de un político o un narco.

Vivimos en un mundo deshumanizado, en el que cada vez resulta más difícil comprometernos con causas de ningún tipo. Muchos de nosotros andamos por la vida sin conocer el nombre de nuestros vecinos, o sin mostrar mayor preocupación por lo que ocurre en nuestra comunidad.

Por ello resulta refrescante el hecho de que una plataforma como Netflix haya seleccionado, entre la amplísima gama de propuestas disponibles para nutrir sus contenidos, una historia como la de Daredevil, el alter ego de un imaginario abogado neoyorkino llamado Mattthew Murdock.

De toda la baraja de superhéroes de Marvel Comics, el también llamado “Hombre sin Miedo” tiene varias características que lo hacen peculiar. No se trata de un ser proveniente de otra galaxia o de un mutante segregado por la sociedad. De hecho, se trata de un hombre que vive un drama personal que lo marca de por vida: en su niñez sufre un accidente, al salvar a un anciano de ser arrollado por un camión sin frenos. El vehículo derrama su carga, un misterioso material radioactivo, que deja ciego al futuro superhéroe.

De acuerdo con la historia, Matt tarda algunos años en descubrir que la misma sustancia que le ha provocado una discapacidad, le ha proporcionado una hipersensibildad que detona al máximo el resto de sus sentidos sanos; e incluso, obtiene la capacidad de utilizar su oído como una especie de radar que le permite no sólo desplazarse sin problemas a pesar de ser ciego, sino que maximiza su capacidad de equilibrio y le permite advertir toda clase de ruidos y señales provenientes del entorno, lo que le proporciona ventaja a sus oponentes.

A diferencia de otros personajes de historieta, Daredevil no posee una fuerza sobrenatural ni es completamente inmune a los ataques. Además posee otro rasgo especial: se desempeña como abogado en un modesto despacho de la zona de Hell’s Kitchen, donde muchos de sus clientes terminan convertidos en sus protegidos, en historias que entremezclan asuntos tan reales como la mafia corporativa, las guerras de pandillas, la corrupción policiaca y el abuso dele poder.

En lo personal, tuve mi primer contacto con Daredevil a inicio de los ochentas, cuando Novedades Editores obtuvo los derechos para lanzar distintas series de cómics: El Hombre Araña, Capitán América y Los Vengadores, en adaptaciones directas a las versiones originales de Stan Lee y su equipo creativo. Varios de mis amigos se me adelantaron y adoptaron de inmediato como sus favoritos a los personajes más populares, como Spider Man, Thor o Iron Man, así que el lanzamiento de una nueva serie me pareció oportuno para crear mi propio objeto de culto.

En México, Novedades Editores lanzó la serie bajo una traducción poco afortunada como título: “Diabólico, El Destructor del Crimen”, y en las primeras entregas de la serie, el protagonista aparecía con un inexplicable uniforme amarillo con negro, digo, poco relacionado con la imagen popular que tenemos del diablo (al que siempre nos presentan de rojo) o a lo mejor como para hacer más contundente la idea de que Murdock era ciego (afortunadamente, hasta el momento no tengo el gusto de conocer al diablo como para verificar su croma original).

Uno de los aspectos que me hizo padecer cierto grado de bullying por parte de mis amigos, era la ambientación de la historieta, ubicada en la atmósfera un tanto oscura y bohemia de la Gran Manzana en la década de los cuarentas. Mis amigos me decían que el cómic les parecía “anticuado” porque los personajes aparecían ataviados con sombreros, gabardinas, trajes con chaleco y las mujeres con velos y mantillas. Sin embargo, en mi defensa podía argumentar que las historias de este héroe eran mucho más creíbles y terrenales que las del resto de sus colegas enmascarados.

Afortunadamente, la versión creada por Drew Goddard para Netflix, en sociedad con Marvel Television y ABC Studios, ha logrado actualizar la trama con positivos resultados, en un mundo en el que la aparición de la tecnología y diversos cambios sociales no desentona con los afanes justicieros del protagonista. A pesar de que muchos de los conflictos enfrentados por los superhéroes de mi infancia podrían resolverse en la actualidad con elementos tan banales como un teléfono celular o una aplicación  de última generación, el reparto encabezado por Charlie Coz, Rosario Dawson, Vincent D’Onofrio y Eden Henson saca adelante la trama con gran decoro y credibilidad.

Definitivamente el mundo sigue necesitando héroes. De acuerdo con los últimos reportes, la recepción de Daredevil por parte de la audiencia en el mundo digital ha sido positiva, a grado tal que ya se anuncia una segunda temporada que verá la luz en el 2016. Así que podemos abrigar la esperanza de que, aunque sea en el mundo del entretenimiento, habrá alguien dispuesto a hacer el bien, literalmente, sin mirar a quién.

SOUNDTRACK PARA LA LECTURA

“Devil Inside” – INXS (Australia)

“Know your enemy”- Rage Against The Machine (Estados Unidos) 

“Heroes” – David Bowie (Inglaterra) 

“New York City Cops”- The Strokes (Estados Unidos) 

 

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