En la vida tienes que ser lo más justo posible, lo que te lleva a aceptar los triunfos de los demás cuando son cuestiones extraordinarias que suceden.
La pasada visita del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador a los Estados Unidos de América, para entrevistarse con el presidente estadunidense Donald Trump fue, por lo que se vio en el show mediático, un éxito, pero lo que verdaderamente inspiro a muchos mexicanos propio y extraños de él, fue su discurso en el jardín de la Casa Blanca.
La versión estenográfica del discurso la pueden encontrar en https://lopezobrador.org.mx/2020/07/08/palabras-del-presidente-andres-manuel-lopez-obrador-con-motivo-de-la-declaracion-conjunta-con-donald-trump-presidente-de-ee-uu/. En este discurso, López Obrador literalmente “se voló la barda”, porque trató de darles un mensaje a los inversionistas mexicanos y extranjeros que su propio gobierno ahuyentó mediante el acoso económico y social hacia sus inversiones, como sucedió con las empresas de energía solar y la cervecera que fue cancelada cuando ya estaba prácticamente construida.
“Desde luego, no se trata de cerrarnos al mundo, sino de aprovechar todas las ventajas que nos brinda la vecindad, así como la aplicación de una buena política de cooperación para el desarrollo (…) Este Tratado permite atraer inversiones de otros lugares del hemisferio a nuestros países, siempre y cuando se cumpla con los principios de producir mercancías de elevado contenido regional y de procurar condiciones salariales y laborales justas para los trabajadores del país exportador o importador de bienes de consumo”, dijo convencido y reconciliador el presidente López Obrador en su discurso.
A su manera, y con “pinzas” diplomáticas, López Obrador abogó por los migrantes legales e ilegales y puso énfasis en su posición con respecto a este problema social que según los Estados Unidos de América le ha afectado ancestralmente:
… por ejemplo, en los años cuarenta del siglo pasado, durante la Segunda Guerra Mundial, México ayudó a satisfacer la necesidad de Estados Unidos de materias primas y lo respaldó con mano de obra de los trabajadores migrantes, que fueron conocidos como “braceros”.
“Desde entonces y hasta la fecha, hemos venido consolidando nuestras relaciones económicas y comerciales, así como nuestra peculiar convivencia, a veces de vecinos distantes y otras de amigos entrañables.
“También, como es sabido, la historia, la geopolítica, la vecindad y las circunstancias económicas de ambas naciones han impulsado de manera natural un proceso de migración de mexicanas y mexicanos hacia Estados Unidos y se ha conformado, aquí, una comunidad de cerca de 38 millones de personas, incluyendo a los hijos de padres mexicanos. Se trata de una comunidad de gente buena y trabajadora que vino a ganarse la vida de manera honrada y que mucho ha aportado al desarrollo de esta gran nación”.
En este tema no fue a confrontarse, fue a convencer y lo hizo, por lo que temporalmente por cuestiones electorales, Donald Trump podría detener el acoso legal a los Dreamers, a los aspirantes y tramitadores de visas de trabajo, y a los migrantes ilegales.
Trump se mantuvo controlado, porque le conviene a sus intereses electorales y se siente triunfador electoral con la visita de Andrés Manuel López Obrador, por lo que al otro día de esta reunión, Donald Trump dijo en un evento con “Hispanoamericanos” que venían muchas cosas buenas para ellos, pero nunca mencionó a los migrantes legales e ilegales, ni mucho menos hablo de los Dreamers.
Por su parte, Joe Biden en un tweet dijo:
Trump launched his 2016 campaign by calling Mexicans rapists.
He’s spread racism against our Latino community ever since.
We need to work in partnership with Mexico.
We need to restore dignity and humanity to our immigration system.
That’s what I’ll do as President.
(“Trump lazó su campaña en 2016 llamando a los mexicanos violadores.
Desde entonces él ha esparcido racismo contra nuestra comunidad latina.
Nosotros necesitamos trabajar en sociedad con México.
Nosotros debemos restaurar la dignidad y humanidad a nuestro sistema de inmigración.
Eso es lo que haré como Presidente).
De ese tamaño la lucha electoral entorno a la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a los Estados Unidos de América, porque los mexicoamericanos son una parte importante de los votantes en ese país, los cuales ya les dieron una muestra de su poder al sabotearle uno de sus eventos masivos a Trump. Por eso, tanto Joe Biden como Donald Trump saben que tienen que ganarse el corazón de esos votantes, porque de ellos depende el triunfo en las elecciones de noviembre de este año.
Fue un éxito su visita, pero solamente refrendo que para Donald Trump y Andrés Manuel López Obrador vivimos en un mundo de maravilla, mientras que la gente está muriendo por miles tanto en los Estados Unidos de América y en los Estados Unidos Mexicanos.
Apuntes variados…
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