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¿Nueva Realidad?

Cacaraqueando nuevos conceptos, dándole a todo nombre de la “esperanza”, el Gobierno Federal quiere que nos sintamos en una nueva realidad. Desgraciadamente, todo sigue igual,...

30 de junio, 2020

Manuel de Jesús Ruiz Nettel

Cacaraqueando nuevos conceptos, dándole a todo nombre de la “esperanza”, el Gobierno Federal quiere que nos sintamos en una nueva realidad. Desgraciadamente, todo sigue igual, solo que exacerbado por la impaciencia y soberbia del ser humano, en especial del mexicano que cree saberlo todo por el hecho de traer un celular y poderse comunicar en redes sociales, donde esconde su realidad e ignorancia.

La única nueva realidad podría ser que hay que usar tapabocas, pero ni eso, porque hay millones de incrédulos como el presidente de la Republica, Andrés Manuel López Obrador, que no usa tapabocas ni nada por el estilo. Este tipo de gente cree que por no enfermarse son únicos, la soberbia los invade por esta causa.

Así pues, en Tapachula, el único cerco sanitario que había, ha sido levantado, también los bloqueos del primer cuadro de la ciudad, por lo que el tránsito de gente y automóviles es libre como antes. Solamente los parques Bicentenario y Miguel Hidalgo seguirán cerrados.

El Gobierno piensa que rige a la ciudadanía mediante protocolos, pero no, son unos pocos los que han hecho lo que se les pide y son lo que verdaderamente se han salvado de morir, pero con la “liberación” de restricciones, mientras los contagios siguen al alza, la oleada de muertos podría regresar a entristecer a las familias.

Ya lo dijo ayer el Director General de la Organización Mundial de la Salud, dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus: “Lo peor de la pandemia está por venir”. Dio las cifras de contagiados en el mundo: 10 302 867. De ellos, más o menos la mitad, 5 235 908 personas, se han recuperado y han muerto la friolera cantidad 505 518. Claro, son más porque en cientos de países la falta de recursos hace que no se hagan pruebas a todos los habitantes o por ignorancia de sus dirigentes no las hacen porque no creen que sirvan para nada, o porque son la muestra de que no están haciendo bien las cosas.

Lo más importante de esta nueva realidad es el carácter, el humor con el que salen de sus encierros los humanos, es de enojo, frustración y soberbia. Por lo que, en varias partes del mundo vemos cada vez más casos de violencia por no cumplir con las nuevas disposiciones que marcan nuevas reglas de comportamiento y de etiqueta para convivir en las tiendas y negocios diversos.

Además, siguen por todo el estado de Chiapas los disturbios por la ignorancia de sus pobladores ante la fumigación y medidas sanitarias para mitigar los efectos de la época del Dengue, Zika y Chikungunya. Lo peor del caso es que siguen dejándolos ser, siguen dejando que la impunidad reine en nuestro estado.

Los gobiernos han llegado al límite y como ellos no producen nada, quieren que la gente vuelva a mover la rueda para que ellos sigan gobernando.

Mañana, Donald Trump y Andrés Manuel López Obrador se encontrarán por primera vez. Andrés Manuel López Obrador irá a un país donde el COVID-19 se encuentra totalmente descontrolado, donde los latinos son los que más se contagian junto con la gente de color. De seguro seguirá con su necesidad no usar tapabocas porque cree mucho en sus antídotos, que, de seguro toma, pero estará totalmente expuesto a contagiarse y morir.

Por esta y muchas razones más, él no debe asistir a esa reunión. A Andrés Manuel López Obrador no le importa que Donald Trump odie y ataque a los Dreamers, a los ilegales mexicanos en particular, no le importa que Donald Trump amenace a nuestro país con aranceles y otras cargas impositivas como pagar el muro fronterizo. Nada de eso le importa a López Obrador y mucho menos su salud.

No hay nueva normalidad, sigue lo mismo, pero aumentado.

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