Gran Premio de México, mezcla de emoción, fiesta y controversia

La pelea por el campeonato mundial de Fórmula Uno se agudiza entre el par de pilotos de Mercedes...

3 de noviembre, 2016

Joaquín Vázquez

La pelea por el campeonato mundial de Fórmula Uno se agudiza entre el par de pilotos de Mercedes, Lewis Hamilton y Nico Rosberg, con el primero cumpliendo el trabajo que tenía encomendado: ganar la carrera, mientras que el segundo se mantiene como líder general, haciendo de igual manera lo que corresponde: quedar en el podio.

En cuanto al ambiente, el GP mexicano fue una copia exacta del evento de hace un año, con un público apasionado y festivo, con el sabor especial que solo aquí se da: máscaras de luchadores, sombreros de charro, disfraces, catrinas y catrines pululando por el Autódromo Hermanos Rodríguez, y demás parafernalia fiestera que hacen de nuestro Gran Premio un evento único.

Sin embargo, la gran diferencia fue la carrera en sí, ya que este año, a diferencia del pasado, resultó bastante entretenida, pero también cubierta de controversia, cortesía de los comisarios de pista encabezados por Charlie Whiting, y por supuesto las consecuentes reacciones de los pilotos, principalmente Sebastian Vettel, que hizo gala de un lenguaje florido no apto para menores.

Y es que los disímbolos criterios de los comisarios para aplicar el reglamento han llevado en efecto a algunos pilotos a perder la compostura al grado de llegar a los insultos directos, como en este caso, de Vettel en contra de Whiting.

Todo comenzó justo después de la arrancada, cuando en una desesperada maniobra para evitar ser rebasado, Lewis Hamilton cortó camino evitando girar en la primera curva y tomando un atajo por fuera de la pista, lo cual por supuesto está totalmente prohibido por el reglamento. ¿Qué sanción recibió el campeón del mundo? Ninguna.

Entones llegó la vuelta 68, cuando Vettel peleaba por adueñarse del tercer puesto que hasta ese momento le correspondía a Max Verstappen, y en una circunstancia casi idéntica, el holandés falló en tomar la misma curva que Hamilton, cortando camino de la misma manera que el inglés, permitiéndole tal maniobra conservar el tercer sitio del podio, lo cual por supuesto enfureció a Sebastian, el cual comenzó a insultar por el radio tanto a Verstappen como a Charlie Whiting, comportamiento que ya se está haciendo costumbre en el alemán. Además, no conforme con ello, al cruzar la meta se le emparejó a Verstappen intercambiando señales al mero estilo de típicos microbuseros en cualquier avenida de la ciudad de México.

Pero para desgracia del adolescente maravilla, éste si fue sancionado con cinco segundos de penalización, por lo que en automático perdió el podio quedando hasta la quinta posición, detrás de su compañero de equipo Daniel Ricciardo.

Hasta ese momento todo era felicidad para Vettel, que recibió el trofeo de tercer lugar cumpliendo con todo el protocolo de la premiación, solo para que unas horas después, fuera penalizado con diez segundos por una acción peligrosa en contra de Ricciardo cuando aún disputaba el tercer puesto con Verstappen, con lo que el alemán se quedaría sin podio y se iría hasta la quinta posición general.

El ganón de todo esto fue precisamente Daniel Ricciardo, que beneficiándose de las penalizaciones a Verstappen y Vettel, heredó con comodidad el último peldaño del podio. Pero la pregunta es: ¿por qué Verstappen fue sancionado mientras que Hamilton fue totalmente ignorado por exactamente la misma acción? Whiting debe una explicación.

Pero fuera del incidente mencionado, es evidente que Vettel vive una etapa muy tensa en su relación con Ferrari. La presión de estar en el equipo más importante de la parrilla, sus malas actuaciones y la imposibilidad de los autos del Cabalino Rampante para igualar a Mercedes y Red Bull han hecho de Sebastian un verdadero pelafustán, el cual carrera tras carrera se la pasa insultando a cuanto piloto se le pone enfrente, y ahora, hasta al responsable de hacer valer la reglamentación.

Hablando ahora de las actuaciones de nuestros nacionales, hay pocas cosas buenas que decir. “Checo” Pérez tuvo una frustrante carrera en donde se la pasó todo el tiempo luchando por rebasar a los Williams, primero a Valtteri Bottas y después a Felipe Masa. Si bien el auto de Pérez era más rápido en las curvas, los Williams eran super rápidos en las rectas, lo cual, aunado a la estrechez del circuito, hicieron imposible que el mexicano pudiera vencerlos. Su premio fue un décimo puesto y un puntito más a su cuenta personal.

Esteban Gutiérrez, por su parte, jamás encontró el balance y la velocidad necesarios en su Haas, y junto con su compañero Romain Grosjean, tuvieron la que quizá fue su peor carrera en la temporada, quedando en los puestos décimo noveno y vigésimo respectivamente. Los rumores crecen en cuanto a la salida de Gutiérrez del equipo estadunidense, que al parecer ya está en pláticas con otros pilotos para la próxima temporada. Lástima que el regiomontano nunca pudo demostrar su real talento. Ojalá que las dos carreras que quedan sean buenas y Esteban pueda despedirse de manera decorosa.

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