El Gran Premio Español se destacó principalmente por dos cosas: El histórico triunfo del adolescente Max Verstappen, que empezó a dar de qué hablar desde una semana antes, cuando fue sorpresivamente promovido de la escudería junior Toro Rosso al equipo estelar Red Bull, en detrimento del ruso Daniil Kvyat, un movimiento que fue criticado por muchos, incluido su servidor, pues en su momento nos pareció una decisión totalmente injusta, fría, cruel y desalmada, pero que a la postre fue lo mejor que los jerarcas del toro colorado pudieron haber hecho, demostrándonos a aquellos que nos empecinábamos en negar, o por lo menos en dudar del extraordinario talento del chamaco de 18 años, que ha nacido una nueva estrella, posiblemente de la talla de un Ayrton Senna o un Michael Schumacher. Lo realizado por el jovencito Verstappen, al ganar en un auto “nuevo”, con el que apenas se estaba familiarizando, manteniendo a raya a un ex campeón mundial como Kimi Räikkönen, y sobre todo en un auto considerado como inferior a los poderosos Ferrari, nos hace pensar que esto apenas empieza, y que el jovenzuelo holandés dará muchísimo de que hablar en el futuro próximo.
El otro incidente importante fue el choque protagonizado por las dos flechas de plata, conducidas por los archirrivales Lewis Hamilton y Nico Rosberg, el cual dejó a ambos fuera de la carrera y en una embarazosa nueva situación de pugna entre los dos pilotos, que dejan (otra vez) al equipo Mercedes en un ridículo total y que demuestra que ni Toto Wolff, ni Niki Lauda ni Paddy Lowe son capaces de controlar a este par de pendencieros del volante. Triste nueva exhibición del equipo alemán, que seguramente tendrá que poner las cartas sobre la mesa y hablar fuerte y claro, quizá por última vez, con sus dos destructoras divas.
El podio fue completado por los Ferrari de Räikkönen y Sebastian Vettel, que por cierto se mostraron bastante decepcionantes, a pesar de que en las prácticas libres mostraron cierto potencial como para confrontar a los Mercedes. Al final los autos rojos no pudieron con el adolescente volador.
En cuanto a los mexicanos, debemos destacar lo realizado por “Checo” Pérez, el cual por segundo GP consecutivo pudo agenciarse de puntos, esta vez al entrar en un confortable séptimo puesto, en una carrera un tanto cuanto tranquila para el de Guadalajara, en la que solamente al final tuvo la tarea de contener a un combativo Felipe Masa y su Williams.
Mientras tanto, el otro piloto nacional, Esteban Gutiérrez, empezó su fin de semana con la ya clásica mala pata, perdiendo casi toda la práctica libre 2 por problemas con el auto, y que provocó que el de Monterrey externara una amarga crítica hacia su equipo, al que culpó de su mala imagen como piloto de Fórmula Uno.
No sé si su queja surtió efecto, pero durante la carrera el Regio demostró su clase y su buen manejo, superando incluso a su más prestigiado compañero de equipo Romain Grosjean. Desgraciadamente la excesiva degradación de sus neumáticos impidió que Esteban se llevara a casa sus primeros puntos. En las últimas vueltas fue superado por varios pilotos que tenían llantas más frescas, quedando en un meritorio aunque no recompensado decimo primer puesto.
La próxima cita será el Gran Premio de Mónaco. Hasta entonces.
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