El Gran Permio de Brasil culminó como era de esperarse, con un claro dominio de Mercedes y las Ferrari siguiéndoles los pasos un poco más atrás. Hasta ahí nada fuera de los normal. Pero como suele suceder en los Grandes Premios, las polémicas y los escándalos no podían faltar para condimentar la de otra manera insabora “corrida brasileira”.
Por un lado, varios son los medios internacionales que acusan a Mercedes de evitar a toda costa que sus pilotos (Lewis Hamilton y Nico Rosberg) compitan en buena lid y sin restricciones, una vez que ya han obtenido tanto el campeonato de pilotos como el de constructores y no habría razón alguna para no dejarlos competir. Pero tal parece que el equipo alemán quiere evitar los problemas entre ellos y por ende en el seno del equipo, y ha optado por la más cómoda política de: “el que califique primero es el que gana”, lo cual se ha hecho evidente dadas las idénticas estrategias que el equipo implementó para los dos pilotos, y la negativa a Lewis de cambiar la suya para tratar de hacer algo más y superar a su compañero.
Otra nota para comentar es la descalificación del astro local Felipe Massa, el cual según los comisarios presentaba una temperatura ilegal del neumático trasero derecho, 27 grados Celsius arriba de lo permitido. Las preguntas que yo me haría son: ¿por qué lo dejaron correr a sabiendas de la supuesta irregularidad, y en todo caso, haberle dado la oportunidad de corregirla y poder largar sin problemas? ¿Cuál sería el beneficio de tener solamente un neumático sobrecalentado, cuando la lógica indicaría que debieron de haber sido ambos neumáticos traseros los alterados para poder largar de una manera más eficiente? Por supuesto el equipo Williams apelará la decisión, sobre todo cuando existen evidencias por parte del equipo de que los neumáticos estuvieron siempre dentro de los parámetros correctos, como son los registros de tres sensores de temperatura diferentes.
Por último, habré de mencionar la nada afortunada actuación de nuestro paisano Sergio Pérez, el cual se vio totalmente fuera de ritmo, sin velocidad y perdiendo prácticamente todas las batallas en las que estuvo involucrado. Resulta más extraña su falta de velocidad sobre todo cuando Nico Hulkemberg, su coequipero en el equipo Force India, logró calificar en un extraordinario quinto lugar, y después terminar la carrera en el nada despreciable sexto puesto. Tal parece que errores en la puesta a punto del auto, así como la pista que al parecer no se le dio del todo a Checo, fueron las principales causas de su tropezón, después de tener una seguidilla de buenos resultados en las últimas carreras disputadas. Esperemos que Abu Dhabi, la última fecha del calendario 2015, le siente mejor al piloto tapatío que por lo pronto, tendrá tiempo suficiente para olvidar la mala experiencia brasileña.
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