El Ozono es un componente natural de la atmósfera que se encuentra en bajas concentraciones y es vital para los seres que habitan el planeta. Pero ya en altas concentraciones a nivel de la superficie, es un contaminante del aire que provoca efectos nocivos en la salud de las plantas y de los animales. Siendo los precursores antropogénicos más importantes:
- Emisiones vehiculares.
- Emisiones industriales.
- Solventes químicos.
La formación de Ozono se lleva a cabo mediante una reacción química que forzosamente necesita de la luz solar, es por eso que los niveles más elevados de este contaminante se registran durante días soleados. En tanto que los niveles máximos de ozono se presentan entre las 13:00 y las 19:00 horas.
El Ozono como tal no puede penetrar a través de las membranas celulares, por lo que sus efectos biológicos pueden ser provocados por intermediarios como radicales libres, aldehídos, entre otros; aumentando la susceptibilidad a las infecciones respiratorias, daños en los pulmones y agravando el asma en aquellos que lo padecen.
Además, el alcance de sus efectos dependerá de lo siguiente:
- Concentración de Ozono.
- Duración de la exposición.
- Patrones de exposición.
- Ventilación.
En febrero pasado, cuando inició oficialmente la temporada de Ozono en la Ciudad de México, la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) estimó que para esta temporada, que termina en junio, se prevén entre 5 y 7 episodios de contingencia, de los cuales ya se llevan 2.
Esta semana la concentración más alta de Ozono se registró el sábado 20 de mayo en la delegación Benito Juárez con 186 puntos, lo que mantuvo al Valle de México a 14 puntos de la Fase II de Contingencia Ambiental.
Pero, ¿qué pasaría si llegamos a Fase II?
- Dejarían de circular todos los vehículos con holograma de verificación 1 y 2, así como las motocicletas de acuerdo con su terminación de placa.
- Se suspenderían las actividades en oficinas públicas, escuelas y centros culturales o deportivos.
- Se suspendería el servicio de algunas gasolineras.
- Se suspendería el uso de hornos, parrillas u otros instrumentos que requieran carbón o leña para su uso.
- Las fábricas deberían reducir sus contaminantes hasta un 60%.
En este tema, la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) tiene la responsabilidad de comunicar un día antes de que entre en vigor la Fase II, con el objetivo de informar con prontitud sobre las restricciones vehiculares.
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