“Procuremos siempre que nuestros actos dejen una huella verde en nuestro camino”. Seguramente has escuchado hablar del término ciudad inteligente, ya que dentro de esta sociedad urbanizada es un concepto fundamental que define a aquellas ciudades que tienen aciertos en cuanto a su forma de responder o resolver ciertos retos que la actualidad necesita.
Diversos factores como la transformación de los hábitos sociales, el crecimiento poblacional y el cambio climático han determinado los nuevos retos a los que se enfrentan las ciudades alrededor del mundo. Y como consecuencia de lo anterior, se han diseñado distintos modelos que intentan enfrentar dichos factores para que las ciudades tengan un mejor funcionamiento, lo que finalmente se traduce en una mejor calidad de vida para la población.
Hay distintos puntos a los que una ciudad debe apegarse, y según su desempeño y resultados podrá considerarse inteligente: en primer lugar se encuentra la movilidad, una ciudad inteligente debe contar con un modelo de transporte rápido, accesible y eficiente; en segundo lugar debe gozar de autoridades que administren y organicen el correcto orden y funcionamiento de la sociedad; además de que ésta debe ser económicamente productiva, y sus habitantes deben ser personas creativas, productivas y comprometidas. Finalmente, una ciudad inteligente debe operar de forma medioambientalmente sustentable, así como ofrecer recursos culturales, espaciales y sociales para acceder a un buen estilo de vida.
Este panorama aún parece ser lejano para muchas ciudades de la República Mexicana, ya que en nuestro país casi 20 por ciento de la energía eléctrica que se usa se desperdicia, además entre el 20 y 25 por ciento del agua entubada se desaprovecha.
Sin embargo, de acuerdo a diversos estudios para 2020 la adopción del Internet de las cosas acercará más a México a tener en su territorio ciudades inteligentes, pues las instituciones públicas ya comienzan a digitalizarse, tal es el caso de la Comisión Federal de Electricidad, que ya tiene más de 7 millones de medidores inteligentes.
No obstante, en este camino para conformar una ciudad inteligente existen riesgos, ya que los dispositivos pueden ser hackeados para cometer ilícitos, de ahí la importancia de asegurar el Internet con el que funcionan estos servicios públicos.
Hablando a nivel mundial, ciudades como Amsterdam, El Cairo, Dubai, Málaga, Singapur, París y Londres son consideradas inteligentes, las cuales contribuyen a llevar una vida más sustentable, cómoda, eficiente y segura, además ayudan a mejorar el medio ambiente y a aprovechar mejor los recursos naturales.
Debemos conseguir que nuestra ciudad sea una extensión más de nuestra casa y que el espacio público sea un lugar donde se pueda estar. No podemos hablar de ciudades inteligentes sin hablar de personas inteligentes, en este sentido los ciudadanos somos parte esencial de todo este proceso.
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