Un país llamado Cataluña y su efecto en el F.C. Barcelona

Desde la época del franquismo, un sentimiento nacionalista se avivó como nunca en los corazones catalanes después del trato tan desigual que la región tuvo que soportar durante ese periodo...

4 de mayo, 2015

Desde la época del franquismo, un sentimiento nacionalista se avivó como nunca en los corazones catalanes después del trato tan desigual que la región tuvo que soportar durante ese periodo. Ese sentimiento, hasta la fecha, persiste y en cada oportunidad los habitantes de la región hacen notar su deseo de independencia y con especial énfasis en el Día de Cataluña. Pero ¿cuáles serían las consecuencias  de una hipotética independencia de Cataluña para su club insignia?

A primera vista se pueden ver los problemas económicos, políticos y sociales que implicaría tanto para España como para Cataluña, esta última siendo la principal afectada de todo el proceso.

Para empezar con el problema de la supuesta separación  hay que entender que Cataluña nacería como un país nuevo  y como consecuencia nacería fuera de la Unión Europea y de la Zona Euro. Esto  conllevaría, en primera instancia, que Cataluña tendría que determinar cuál sería su moneda y hacer todo un análisis macro y micro-económico para determinar su paridad con el euro y el dólar. De antemano se puede asegurar  que la moneda catalana sería muchísimo más débil que las dos monedas “internacionales”, ya que su economía se vería afectada por las posibles salidas de empresas de inversión extranjera al perder los beneficios de la Unión Europea, además de ver reducido su mercado potencial.

Tanto la posible salida de las empresas como el cambio de moneda repercutirían en la inflación, la cual se vería afectada indudablemente teniendo como consecuencia un incremento en los precios de productos y servicios. Este punto afectaría en los precios de las entradas, promociones, publicidad, derechos televisivos e incluso los precios y salarios de sus jugadores, sin mencionar que se tendría que hacer un ajuste en los contratos de todos los implicados en el club.

Para agrandar el problema económico hay que decir que la liga catalana no sería una liga muy atractiva para promocionar, pues sólo contaría con el Barcelona como equipo estrella y tampoco contaría con un clásico tan llamativo como el que hace  en este momento con el Real Madrid, clásico que cabe mencionar desaparecería por un muy buen tiempo, pues sólo se podría dar este encuentro  en competiciones europeas. En la liga “nacional” se tendrían que conformar con  el Barcelona – Espanyo (destacando la ironía del nombre del equipo catalán).

Sin despreciar a los demás equipos que formarían parte de la primera división, como el Badalona, es difícil imaginar que los partidos causen un gran interés para que los patrocinadores se peleen por ser el principal patrocinador de la liga o de “x” equipo. Incluso las vallas publicitarias de los estadios no causarían gran atractivo pues el lleno de los estadios, incluido el Camp Nou, no estaría garantizado, esto debido al  poco espectáculo que se puede esperar de un enfrentamiento como Barcelona – Badalona.

Y aquí encontramos otro punto en el que el Barcelona perdería junto con sus patrocinadores ¿qué pasa con las competiciones europeas, las que generan grandes cantidades de dinero y de espectadores a nivel mundial?

Bueno, la respuesta es que al darse la supuesta independencia de Cataluña el Barcelona pasaría a ser parte de la Federación de Cataluña, quedándose  fuera de la Liga BBVA de España y por ende fuera de la Champions League, el escaparate más grande a nivel clubes para los patrocinadores y los clubes.

Sandro Rosell ha declarado varias veces que si Cataluña se independizara, el Barcelona seguiría jugando en España, declaraciones que de antemano son casi imposibles e hipócritas. Dadas las ideas del club y el papel que juega en la petición de independencia de la región es casi imposible imaginarse un Barcelona jugando en España. ¿Por qué? Bueno porque para poder pertenecer a la liga BBVA tendría que renuncia a ser parte de la Federación de  Cataluña y esta última tendría que permitirle jugar en la RFEF.  Sumando a esto, una Federación territorial, como la andaluza (por mencionar alguna), lo tendría que aceptar entre sus clubes. Pero ¿Por qué pertenecer a la Federación Española si lo que busca sobre todas las cosas es independencia y sentirse catalanes? Es una contradicción enorme en su ideología y sería una bofetada con guante blanco a sus aficionados más arraigados y nacionalistas.

La idea en la que se basaba el expresidente del club  para sustentar la idea de que el Barcelona lo podía tener todo es en el caso del Mónaco. Pero el Barcelona no puede ser tratado como el Mónaco.

Para empezar el principado no cuenta con una federación, por lo que no cuenta con una liga y mucho menos pertenece a la UEFA o FIFA sino que juega como un equipo de Francia. A diferencia de Mónaco, Cataluña si tendría su propia federación con todo lo que conlleva, incluida una selección representativa del país. Cataluña también tramitaría su entrada a la UEFA y  FIFA, cayendo en el mismo trato que las selecciones de los países formados después de la desintegración de la URSS o la antigua Yugoslavia. Esto basado en los reglamento de UEFA y FIFA para la protección de las competiciones nacionales.

Siguiendo con el tema de la UEFA, FIFA y sus competiciones hay que remarcar que  no sería de forma inmediata la aparición del Barcelona o la selección de Cataluña en las competiciones de ambas instituciones. Después del proceso de aceptación de la Federación en ambas instituciones, la selección de Cataluña podría empezar a jugar eliminatorias para el Mundial o la Eurocopa pero habría que ver qué puede hacer contra Alemania, Italia o Inglaterra enfrente, pero es más que seguro que su aparición en estos torneos no sería de la noche a la mañana. Lo mismo pasaría con el Barcelona en las competiciones de la UEFA.

En la cuestión de la  Champions o de la Europa League habría que determinar en qué nivel esta su liga, pues es el factor más determinante a la hora de asignar  las plazas para sus competiciones (cabe recordar que a Italia se le quitó una plaza por el bajo rendimiento de su liga) por lo que podríamos asumir que el Barcelona tendría que buscar su lugar en la Champions por medio del repechaje como lo hace el Ajax  o el Basilea, imaginando  que la liga catalana tuviera un rendimiento similar a la holandesa o suiza, las cuales son ligas que se consideran de “media tabla”.

Con la creación del nuevo país y de la Federación hay que mencionar  y tomar en cuenta que los jugadores tendrían la oportunidad de escoger con qué nacionalidad se quedan (si es que la doble nacionalidad, catalana-española, no la aceptan) y decidir con qué selección jugar. En este punto vale destacar que incluso Messi podría optar por jugar con Cataluña a pesar de haber tenido participación con Argentina gracias a la creación de una nueva entidad estatal, los tratados internacionales y los reglamentos de FIFA. Cabe destacar que también repercutiría en los clubes a la hora de hacer las alineaciones y cumplir con la regla de los  extranjeros y comunitarios.

Pero la cosa no para ahí, en el caso de los jugadores también habría que mencionar que el Barcelona se vería obligado a exportar  a sus jugadores estrellas y basarse principalmente en el fogueo de los canteranos, más o menos siguiendo el modo de trabajo del Ajax o el Arsenal.  La liga catalana  no sería lo suficientemente competitiva para jugadores como Messi, Neymar o Xavi (con todo y su nacionalismo) y se verían forzados a emigrar en busca de ligas con más nivel para poder seguir con su alto nivel de juego. El resultado sería que el mismo Barcelona bajaría su nivel de juego dejando en el pasado (aunque sea por un tiempo) los grandes logros y records que hasta la fecha han conseguido a nivel internacional para desánimo de sus seguidores.

Además de la pérdida de sus jugadores más emblemáticos, el Barcelona también tendría una pérdida en uno de los temas más sensibles del club, su identidad. El club azulgrana tendría que reestructurar su identidad de cero, pues  sería uno más del montón en lugar de “más que un club”. Dejaría de ser el defensor de los ideales catalanes ante los españoles.

 ¿Ante quién defendería los ideales de Cataluña? La respuesta es que ante nadie, es simple y puede que dolorosa pero es la realidad. Todos los equipos de la liga catalana serían tan catalanes como él perdiendo ese plus que lo destaca del resto de equipos catalanes de la Liga BBVA.

 ¿Qué sería el Barcelona sin su sentido nacionalista y eterno defensor de Cataluña ante los españoles, especialmente cuando juega ante el Real Madrid? Sería interesante ver que causa decide adoptar y como va formando su nueva identidad ante el mundo, pero eso de momento queda en la imaginación.

Después de todo lo mencionado y a pesar de la eterna defensa y petición de la independencia de Cataluña que abandera el equipo,  al final lo que más le convendría al Barcelona, imaginando una hipotética separación de España, es que Cataluña no se independice y siga perteneciendo a España, a la RFEF y  a la UEFA.  Quedarse  con sus arca llenas, reconocimiento internacional, con sus jugadores estrellas  es otra razón más para no separarse, además  de  enfrentarse cada temporada al Real Madrid en el clásico más mediático y vibrante  del mundo para deleite de sus fans y la economía de ambas entidades. Por todo esto la independencia sería un error, a menos que estén dispuestos a sacrificarlo todo por el romanticismo de la causa catalana que tanto pregonan.

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