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George Frideric Handel

23 de febrero, 2022

El 23 de febrero de 1685 nació en Halle, Alemania, el compositor barroco George Frideric Handel (1685-1759). En su reconocida trayectoria, destacó en la creación de oratorios, óperas y conciertos para órgano. Su influencia principal fueron los autores del Barroco italiano y la tradición coral polifónica germana. Handel compuso más de cuarenta óperas en más de 30 años y se nacionalizó inglés y vivió en dicha nación por más de 50 años. Al morir, recibió todos los honores del estado y está enterrado en la Abadía de Westminster de Londres.

George Frideric Händel – “Música para los Fuegos Artificiales de la Realeza (George Frideric Händel)”

George Frideric Handel nació en Halle, Alemania el mismo año que Bach y Domenico Scarlatti, 1685. Desde niño, mostró aptitudes musicales que su padre no quería desarrollar, pues buscaba que él estudiara derecho civil. Eso provocó que le prohibieran cualquier tipo de aliciente musical en su entorno; sin embargo, George se las ingenio para hacerse de un pequeño clavicordio y practicaba mientras todos dormían en su casa. Durante un viaje a Weissenfels para visitar a su hermano Carl, quien era parte del servicio del Duque Johann Adolf I, Handel se sentó a tocar el órgano y sorprendió a todos con su habilidad. Con el apoyo del duque y de dicha interpretación, bastó para convencer a su padre y le permitieron recibir instrucción de Friedrich Wilhelm Zachow. El organista de Marienkirche le enseñó sobre armonía y contrapunto, así como el oboe, el violín y el órgano. Eso le valió tocar para el príncipe Federico I de Prusia.

George Frideric Händel – “Almira”

En 1702, Händel aceptó estudiar derecho civil en la Universidad de Halle. Aunque consiguió una cita para convertirse en el organista de la iglesia evangélica reformada, tomó la plaza de violinista y organista en la Orquesta de Hamburgo Oper am Gänsemarkt. Ahí conoció a Johann Mattheson, Christoph Graupner y Reinhard Keiser, y con quienes llegó a su primera composición. La ópera “Almira” de 1705, aunque no se sabe si cuando fue presentada George Frideric se encargó de dirigirla. Esto le abrió el paso para viajar a Italia por invitación de Ferdinando de Medici.

George Frideric Händel – “Trío Sonata No. 1 en La Mayor: Andante-Allegro-Larghetto-Allegro-Gavote”.

De Medici llevó a Händel a Florencia, Italia para convertir a la ciudad en una “capital musical”. El músico alemán conoció ahí a Antonio Salvi, libretista que colaboraría con él. El veto que los estados papales dieron a la ópera, provocó que George Frideric viajara a Roma, donde compuso obras para el clero romano. Durante este período compuso cantatas y oratorios de tipo pastoral para los cardenales Pietro Ottoboni, Benedetto Pamphili y Carlo Colonna. El público se vio fascinado ante la grandeza y sublime estilo musical.

George Frideric Händel – “Te Deum Utrecht”

En 1710, Händel se convirtió en ‘kapellmeister’ -la persona encargada de la creación musical- para Jorge, el príncipe alemán y quién luego se convertiría en el Rey Jorge I para Gran Bretaña e Irlanda. Dos años después, el compositor alemán decidió mudarse de forma definitiva a Londres. Al llegar a la isla, George Frideric recibía un sueldo anual de 200 libras por parte de la Reina Anna de Inglaterra. A esta misma le compuso “Utrecht: Te Deum & Jubilate”, la cual presentó en 1713.

George Frideric Händel – “Mesías”

La popularidad en vida que George Frideric Händel logró en vida le valió una vida de riqueza y admiración pública. Incluso, grandes nombres en la historia de la música reconocieron su respeto hacia el trabajo del compositor alemán. En alguna ocasión, Johann Sebastian Bach intentó conocer a Händel mientras visitaba Halle. Lamentablemente, dicho encuentro nunca se concretó. Mozart decía que Händel comprendía el “afecto barroco” mejor que cualquiera de sus contemporáneos. Para Beethoven, George Frideric Händel fue el músico más grande de todos los tiempos e incluso aseguraba que descubriría su cabeza y se arrodillaría ante su tumba. El compositor de Halle murió a los 74 años en 1959 y la última obra que presenció fue suya: “El Mesías”.

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