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Las reformas pueden rescatar a México de la mediocridad

9 de junio, 2014

El grupo The Economist es una empresa británica basada en Londres que edita varias publicaciones, siendo el semanario The Economist el más conocido e influyente. También es propietarios de la Unidad de Inteligencia de The Economist (The Economist Intelligence Unit o EIU), la cual ofrece pronósticos y asesoría económica a sus clientes, entre quienes están algunas de las empresas globales más importantes. EIU también elabora diversos índices que son estudiados por los tomadores de decisiones de los sectores públicos y privado del mundo.

En lo que va de este año, la EIU ha publicado varios índices y estudios que ofrece de manera gratuita en su sitio http://www.eiu.com/landing/special_reports. En dos índices es posible comparar a nuestro país con muchos otros.

En el Business Environment Rankings 2014, Which country is best to do business in? (Clasificación de Ambiente para Hacer Negocios 2014, ¿Cuál país es mejor para hacer negocios?), 78 países son evaluados según sea más o menos difícil hacer negocios en ellos. En este índice nuestro país quedó en el lugar 32. Sólo un país latinoamericano quedo mejor calificado, Chile, en la posición 13.

El Global Food Security Index 2014, An annual measure of the state of global food security (Índice de Seguridad Alimentaria Global 2014, Una medición anual del estado que guarda la seguridad alimentaria global), busca clasificar y medir la seguridad alimentaria en 109 países analizando factores como la asequibilidad, disponibilidad, calidad nutricional y seguridad de los alimentos en cada uno de esos países. Este año, México queda en el lugar 35, atrás de Chile (27) y Brasil (33). Sin embargo, en el índice de este año la calificación de nuestro país fue ligeramente mayor (+0.4) que la del año pasado mientras que la de Brasil fue ligeramente menor (-0.5).

Muchos seguramente creen que ocupar un lugar 32 de 78 no está mal y que es bastante bueno quedar en la posición 35 de un índice que incluye a otros 108. Quienes así opinan evidentemente ya aceptaron que México nunca podrá competir contra los países exitosos que desde hace varios años sí están haciendo bien las cosas. Estas personas aparentemente creen que es un éxito el hecho de que en las comparaciones internacionales México regularmente quede mejor clasificado que la mayoría de los países de Centro y Sudamérica, África y Asia, o tal vez ignoran que lo que realmente cuenta es estar ubicado dentro de las posiciones que ocupan la mayoría de las naciones europeas, algunas asiáticas, Estados Unidos y Canadá. Es probable que ya sucumbieron ante la propaganda oficial que dice que vamos bien de acuerdo a algunos logros de la macroeconomía. O tal vez aceptan sin cuestionar las promesas de que las cosas mejorarán casi por arte de magia y en el corto plazo apenas se aprueben las reformas que actualmente se discuten en el Congreso.

Para mi, los resultados que México obtiene en la mayoría de las mediciones y comparaciones internacionales muestran que es un país mediocre que no ha avanzado como debiera para poder enfrentar exitosamente la realidad que impone la globalización de la economía mundial y que no está preparado para competir ventajosamente contra otros debido a que las reformas que hoy se discuten deberían haberse discutido y aprobado hace unos 25 años, durante el gobierno de Carlos Salinas.

Afortunadamente, las reformas seguramente serán aprobadas por la mayoría de los diputados y senadores a pesar de no ser ideales o perfectas. Esto permitirá que dentro de algunos años México por fin sea verdaderamente competitivo frente a otros países y tal vez pueda recuperar las décadas perdidas debido a la mediocridad y avaricia de quienes han tenido el poder político y económico en sus manos.

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