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WAYMO: un viaje al futuro de la movilidad

El desafío no es crear el auto que se conduzca solo, sino crear las calles, las leyes y la confianza social para que ese auto pueda operar con seguridad en cualquier parte del mundo.

31 de octubre, 2025

Guillermo Hernández Salgado

WAYMO: un viaje al futuro de la movilidad

EL ORIGEN DE LOS AUTOS QUE PIENSAN

Antes de que viéramos taxis circulando solos por las calles de San Francisco, esta tecnología era solo un proyecto secreto y ambicioso dentro de uno de los gigantes tecnológicos más grandes del mundo.

¿Qué es Waymo?

En esencia, Waymo es la empresa líder en el desarrollo de la tecnología de conducción autónoma de Nivel 4 y 5. Su misión es simple (pero revolucionaria): crear el “Conductor Más Experimentado del Mundo”™ (The World’s Most Experienced Driver™) para el transporte de personas y mercancías, sin necesidad de un humano al volante. Es, de facto, un servicio de robotaxi.

¿Quién es el dueño?

Waymo no es una startup independiente. Es una subsidiaria de Alphabet Inc., que es la empresa matriz de Google. Esto significa que tiene el respaldo de una de las organizaciones con mayor capacidad de cómputo y recursos de IA del planeta.

¿Cuándo inició el proyecto?

El viaje de Waymo comenzó oficialmente en el año 2009 bajo el nombre de “Google self-driving car project”. Fue uno de los primeros proyectos en el mundo que buscó llevar los vehículos autónomos más allá de las pistas de prueba hacia el tráfico real. Desde entonces, ha acumulado miles de millones de millas de experiencia simulada y millones de millas en el mundo real, aprendiendo a sortear las complejidades de la conducción urbana.

LA MAGIA DETRÁS DE LAS RUEDAS QUE PIENSAN

¿Cómo funciona Waymo Driver?

El secreto de un Waymo no está en sus llantas, sino en sus ojos y su cerebro. El sistema, denominado Waymo Driver, combina hardware de detección con un software de inteligencia artificial (IA) increíblemente avanzado.

Imagina que el coche usa unas gafas de realidad aumentada que ven el mundo con una precisión milimétrica:

1. Ojos (Sensores): Los vehículos utilizan un conjunto robusto de sensores, diseñados internamente por Waymo, que ofrecen una visión de 360 grados del entorno, sin puntos ciegos:

o LiDAR (Light Detection and Ranging): Usa luz láser para medir distancias y crear un detallado mapa 3D del entorno.

o Radar: Detecta la velocidad y el movimiento de otros objetos, incluso a través de la lluvia, niebla o detrás de otros vehículos.

o Cámaras: Proporcionan la visión de color y contexto de la escena.

2. Cerebro (IA y HD Maps): El cerebro de la IA procesa todos estos datos en tiempo real, miles de veces por segundo. Para funcionar, el Waymo Driver no conduce “a ciegas”; utiliza Mapas de Alta Definición (HD Maps), que son modelos 3D detalladísimos de las ciudades donde opera. La IA toma toda esta información para predecir el comportamiento de peatones, ciclistas y otros conductores, garantizando un manejo seguro y predecible.

Waymo en el mapa: ¿Dónde está rodando el futuro?

Waymo no está jugando; está operando un servicio comercial real llamado Waymo One en varias de las ciudades más grandes de Estados Unidos.

El objetivo de Waymo es una expansión geográfica constante a más ciudades de EE. UU. en los próximos años, validando su tecnología en diferentes climas y densidades de tráfico.

¿QUÉ HACE FALTA PARA UN WAYMO EN CDMX?

Ahora, la pregunta del millón: ¿Podríamos pedir un Waymo en la Ciudad de México, Monterrey o Guadalajara en el futuro cercano? La respuesta es un rotundo y divertido “¡Aún no!”

El desafío para que Waymo opere en una ciudad mexicana va mucho más allá de tener el auto y la tecnología. Se divide en tres obstáculos gigantes:

El Gran Reto Tecnológico: La Cultura de Manejo

El Waymo Driver ha pasado años en la escuela de manejo de EE. UU., donde las reglas (casi siempre) se respetan. La IA de Waymo no está entrenada para el caos creativo de las ciudades mexicanas:

∙ “Topes” (Reductores de velocidad): La IA no sabe cómo reaccionar ante un tope de tamaño y forma no estandarizado y sin señalizar. Podría dañarse o confundirse.

∙ Interacciones Humanas Únicas: ¿Cómo interactuaría un Waymo con un “viene-viene” o un vendedor ambulante en un semáforo? Su software no tiene datos sobre estas interacciones no estructuradas.

∙ Reglas Flexibles: Conductores que “dan mordida” al carril, peatones cruzando en el momento menos pensado, o motociclistas filtrándose en el tráfico denso. El Waymo tendría que “volver a la escuela” durante años para aprender a conducir como un mexicano.

El Gigante de la Infraestructura

La IA necesita una infraestructura predecible:

∙ Mapeo HD: Crear los mapas 3D de alta definición necesarios para una ciudad como CDMX costaría cientos de millones de dólares, y mantenerlos actualizados con los constantes baches y obras es un reto logístico masivo.

∙ Señalización Ausente: Líneas de carril despintadas, semáforos obstruidos por árboles, o señales de alto robadas. Waymo depende de una señalización clara para operar con seguridad.

El Obstáculo Legal y Social

Estos son los más grandes y difíciles:

∙ Marco Legal Inexistente: No existe una ley en México que defina la responsabilidad en caso de accidente. Si un Waymo atropella a alguien, ¿quién es el culpable: la empresa, el pasajero, o el gobierno? Sin un marco legal claro, la operación es imposible. ⚖️

Seguridad Pública: El riesgo de vandalismo o el robo de componentes de alto valor (como los sensores LiDAR) es una preocupación significativa en ciertas zonas, lo que representa un riesgo operativo inaceptable para la flota.

CONCLUSIÓN: EL FUTURO YA ESTÁ AQUÍ, PERO LLEGA POR PARTES

Waymo no es una promesa; es una realidad operativa que ha transformado la movilidad en algunas de las ciudades más avanzadas de EE. UU. Su tecnología (el Waymo Driver) representa el pináculo de la IA, los sensores y el machine learning, demostrando ser una alternativa segura y sostenible para el transporte.

Sin embargo, su expansión global, especialmente a países con entornos viales más caóticos y menos estructurados como México, nos recuerda que el futuro no es solo tecnológico, sino también cultural, legal y de infraestructura.

El desafío no es crear el auto que se conduzca solo, sino crear las calles, las leyes y la confianza social para que ese auto pueda operar con seguridad en cualquier parte del mundo. ¡Es un rompecabezas que la humanidad está armando pieza por pieza!

REFERENCIAS:

1. Waymo (2025). Waymo Vehicle Fleet and Operational Data. California Public Utilities Commission (CPUC) Reports (Referenciado en el análisis provisto).

2. Wikipedia (2025). Waymo. Consultado el 30 de octubre de 2025. https://en.wikipedia.org/wiki/Waymo

3. Análisis de Desafíos de Adaptación (2025). Evaluación de la Viabilidad Operacional de Waymo en Mercados de América Latina (Referenciado en el análisis provisto).

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