Tenemos la enorme fortuna de haber heredado un cuerpo casi perfecto con sistemas que trabajan con eficiencia increíble, pero que de acuerdo con las leyes naturales se va deteriorando con el tiempo. Cuando esto o alguna otra causa sucede tenemos la necesidad de acudir al médico con el fin de diagnosticar el origen del mal funcionamiento y se pueda determinar el tratamiento adecuado. En el caso de algunas enfermedades o disfunciones graves es muy importante que el diagnóstico sea confiable y se haga a la mayor brevedad posible; tal es el caso de los cánceres que suelen atacarnos en diversos órganos y tejidos.
El cáncer es una disfunción desconcertante que se caracteriza por el caos, el desorden y el rápido desarrollo que tienen las células cancerosas en nuestro cuerpo, en algunos casos extremos es posible que las células emigren a otros órganos, ocasionando una situación de extremo dolor y desconcierto. Por estas razones, es muy recomendable que atendamos cualquier síntoma raro o extraño que nuestro cuerpo nos manifieste, ya que el diagnóstico temprano de un cáncer nos ofrece mayores posibilidades de tratamiento y posiblemente una recesión total.
Hasta hace algunos años la manera más eficiente de un diagnóstico se lograba a través de una biopsia, que no es otra cosa que la extracción quirúrgica de una muestra de tejido del órgano o la región afectada, seguido de un examen histopatológico. Sin embargo, algunos tipos de cáncer son tan heterogéneos que los tejidos crecen en absoluto desorden, desarrollando células y fluidos celulares en diferentes etapas del crecimiento, ocasionando tal confusión y desconcierto que no se puede confiar en ellos. Afortunadamente, la histopatología, las tinciones y la sensibilidad de los métodos analíticos se han refinado tanto que ha sido posible desarrollar variantes de las biopsias que nos permitiera obtener resultados más precisos y confiables. Eso fue precisamente lo que Charles Swanton y su equipo realizaron en el UK London Research Institute en el 2012, una variante liquida de las biopsias. La biopsia líquida es una metodología que permite establecer un diagnóstico confiable y seguro para determinar enfermedades o padecimientos como el cáncer. Consiste en dos fases, un muestreo simple como la extracción de sangre y una serie de análisis comparativos para establecer las diferencias moleculares de los ácidos nucleicos o las proteínas. Obviamente, las características de los tejidos sanos y los afectados mostrarán sus diferencias, las cuales se interpretarán para establecer el diagnóstico. Los resultados se consideran positivos si existe una alteración estructural en los ácidos nucleicos o las proteínas solubles en el torrente circulatorio.
Los laboratorios dedicados a estos análisis tienen una base de datos con todos los perfiles de las mutaciones que sirven para comparar cada una de las estructuras moleculares normales y las cancerosas.1
Como se puede apreciar el proceso es bastante simple y directo, basta con extraer la sangre, procesarla, purificarla, extraer los fragmentos de los biomarcadores y compararlos.
Posteriormente, otros investigadores desarrollaron otro tipo de modificaciones, mezclando los ácidos nucleicos o las proteínas con partículas magnéticas y usando otras variantes de agregados histopatológicos específicos para cada órgano o tejido; los resultados siempre fueron rápidos y confiables, lo cual permitió un tratamiento oportuno que inclusive en ocasiones pudo concluir en la recesión del tumor.
Actualmente existen técnicas confiables con altos porcentajes de eficiencia y confiabilidad, con sensibilidades del 69 al 98% en los siguientes cánceres: ovario, hígado, estómago, páncreas y esófago, la cabeza y el cuello.2
El método permite un diagnóstico temprano que a su vez puede significar un tratamiento anticipado, con un mínimo margen de error. Existen otras enormes ventajas como: la obtención de muestras limpias, la obtención de la muestra no es invasiva y se puede realizar a cualquier hora. Los análisis también se pueden programar para monitorear el progreso del tratamiento o inclusive determinar la recesión del tumor.
Es importante tener en cuenta otros aciertos de esta metodología, tales como: la inclusión de una serie de modificaciones fácilmente adaptables a las necesidades y condiciones del paciente. Muchos laboratorios están desarrollando sus propias versiones que sin duda serán un gran progreso en beneficio de los pacientes.
Mientras tanto, hagamos nuestra parte, no dilatemos ni ignoremos las señales de alarma que nos manifiesta nuestro cuerpo.
REFERENCIAS.
- Ed Yong. Cancer biomarkers: Written in blood. Nature Vol. 511, July 30, 2014.
- Heidi Ledford., Simple blood test detect eight different kinds of cancer. Nature. Vol 553. Issue 7688. January 18, 2018.
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