¿Adiós a la obesidad?

El problema de la obesidad casi siempre viene junto con otros trastornos o situaciones clínicas que complican el diseño del tipo de fármaco para tratar a determinados pacientes.

2 de septiembre, 2022

Sin duda alguna la obesidad es uno de los problemas y obsesiones que más preocupan a la población mundial. Es una situación muy compleja que involucra diversos aspectos de salud (tales como: nutrición, metabolismo, endocrinología, etc), psicológicos (identidad, relaciones personales, desarrollo personal, emociones, conducta, etc, económicos (la salud-enfermedad, ocupación, etc).

Las estadísticas existentes no son del todo confiables. Los datos dependen de quien los publique; sin embargo, solo como referencia podemos citar que nuestro país siempre ocupa del tercer al quinto lugar a nivel mundial, lo cual se traduce en un 74.1% y el 38.2% de las poblaciones adultas e infantiles, respectivamente. Recordemos que estamos citando obesidad, que es una categoría definitiva estándar, no el sobrepeso que es una categoría variable menor. 

Las causas de la obesidad son muy extensas y variadas. Han sido ampliamente comentadas por diversos autores que trataron los aspectos clínicos, la nutrición, la endocrinología, la actividad física, los aspectos emocionales, etc. Posteriormente, describimos algunos conceptos del microbioma, iniciando con sus orígenes, el control de la conducta humana influida por la acción de los neurotransmisores y el medio ambiente. 1 2, . Los hallazgos descritos en los últimos años dan nueva luz a este interesante tema. Es bien sabido que la nutrición en calidad y cantidad, la genética, la endocrinología y la actividad física determinan en alguna forma un cierto modelo metabólico que favorece la síntesis y el almacenamiento de tejidos grasos en el cuerpo del individuo, pero también existen otros factores relacionados con el microbioma intestinal 2 2 que han resultado determinantes en el desarrollo de un estadio de obesidad.  Estos hallazgos tan espectaculares permiten sugerir que el individuo tiene cierta responsabilidad en sus hábitos de nutrición y otras actividades que puede controlar, pero no es absolutamente responsable por la obesidad que tiende a padecer desde la temprana edad. 

El microbiota intestinal es un ambiente muy exclusivo, abundante en material orgánico sujeto a diferentes niveles de degradación, temperaturas, alteración de niveles de acidez y alcalinidad, diversas concentraciones de oxígeno, más bien condiciones reducidas; producción de gases y elaboración del bolo intestinal que posteriormente se transformara en heces fecales.

Los millones de microorganismos que colonizan ese ambiente son muy resistentes y versátiles, con excelente adaptación a esos medios. Esta microflora intestinal se divide en dos grandes grupos de bacterias que son los: Firmicutes y los Bacteriodetes; los primeros tienen la capacidad de extraer una mayor cantidad de energía de los alimentos, lo cual provoca un mayor almacenamiento de grasa. Los segundos son microorganismos que extraen una menor cantidad de grasa y que por lo tanto no la alcanzan a acumular en los tejidos. Desde hace algunos años, las compañías farmacéuticas han estado investigando el metabolismo de estos importantes grupos y han hecho hallazgos espectaculares, tales como la íntima relación y el control que existe entre los sistemas digestivo, el nervioso y el endocrino.   

Precisamente, el tema central de este reporte relaciona estrechamente las emociones (incluyendo el estrés) con el sistema linfático y la dinámica de neurotransmisores que se liberan al torrente circulatorio y repercuten en el cerebro. La información registrada y almacenada en las células nerviosas es exportada como un impulso nervioso hacia los órganos captadores de energía donde se depositan las calorías en forma cuantitativa. 

Los esfuerzos de las compañías farmacéuticas se han centrado en varios modelos con el fin de satisfacer los diferentes tipos de metabolismos y los ajustes emocionales dependiendo de las características de los pacientes.

Una de las compañías ha desarrollado un producto llamado Wegovy, un producto muy similar al glucagón, de naturaleza peptídica que actúa en el páncreas aumentando la síntesis de insulina promoviendo la degradación de glucosa, actuando sobre la zona controladora del hambre en el cerebro, provocando una pérdida del apetito y una sensación de saciedad. En pocas palabras, el paciente pierde el hambre y siente un reflejo de saciedad. 3  

El investigador Andrew Neish de la Emory University y su grupo están investigando la acción de la molécula δ valerobetaina (VB) que inhibe la oxidación de ácidos grasos y por lo tanto genera menos energía disponible para las funciones corporales. Dicha molécula es un metabolito secundario de uno de los tipos de bacterias que habitan en el microbioma intestinal. 4

Existen muchos otros diseños experimentales que están en desarrollo con el fin de satisfacer los hábitos y necesidades de su numerosa y variada clientela. El problema de la obesidad casi siempre viene junto con otros trastornos o situaciones clínicas difíciles que hacen más complicado el diseño del tipo de fármaco que se desea desarrollar. Otro aspecto muy importante es la edad y el estado clínico de los pacientes, no todos responden igual ni requieren los mismos tratamientos. Todo este gran misterio de la obesidad es una incertidumbre que se va diluyendo lentamente y pronto tendremos el producto ideal para cada tipo de paciente.

El tratamiento drástico a base de dietas, las cirugías gástricas, las interminables rutinas de ejercicios en serio y en serie al parecer ya están quedando atrás, ante el nuevo panorama que está abriendo el estudio y un mejor entendimiento del microbioma intestinal. 

Desde luego que la mención de algún producto o comentario relacionado con el tema no implica ningún compromiso de nuestra parte. Nuestra labor es proveer la información y su responsabilidad es consultar con su médico. 

¡Conserve siempre su salud!

REFERENCIAS.

  1. Antonio G. Trejo.  El Microbioma I. Ruiz Healy Times. Noviembre 30 del 2021.
  2. Antonio G. Trejo.  El Microbioma II. Ruiz Healy Times. Diciembre 9 del 2021.
  3. Claudia Wallis.  A New Era for Obesity Drugs. Scientific American. May 2022.
  4. Stephanie Demarco.  A Microbial Signal Promotes Obesity. DrugDiscoveryNews.Com.  April 2022.

Correo electrónico: [email protected]

 

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