La Tercera Edad II

"Todo por servir se acaba", Dicho popular

31 de octubre, 2016

"Todo por servir se acaba", Dicho popular

En el artículo anterior se presentaron las principales características fisiológicas y psicológicas de los individuos de la tercera edad, ahora vamos a discutir los orígenes, las causas y el futuro de ellos mismos.

Es prudente aclarar dos asuntos menores: cuando se hace mención de los viejos o los individuos, en realidad se implica a ambos sexos. El otro: aunque la genética tiene un papel preponderante en nuestra existencia, no todos son cromosomas ni reacciones bioquímicas, el medio ambiente también tiene una gran influencia pues las circunstancias de la vejez son diferentes en cada país, dependen mucho de las estructuras sociales, políticas, económicas y culturales. Las condiciones y los ambientes no son los mismos en Noruega que en Afganistán y la gente tampoco. 

El énfasis en la práctica de la medicina preventiva, las campañas de vacunación, las modernas técnicas de diagnóstico y tratamiento han ocasionado que los individuos duren más tiempo y en consecuencia se produzca un incremento significativo en la demografía y la supervivencia de los viejos en todo el mundo. De acuerdo con los demógrafos del US Census Bureau1, existen 45,145 000 individuos de la tercera edad en EEUU, que se convertirán en 83,739 000 en el año 2050; es decir un incremento de 40,594 000 en 26 años, equivalente al 48.7 % de la población total. La población de la tercera edad se considera el grupo con mayor crecimiento en la actualidad. Esto puede ser una gran experiencia para los habitantes de los países del primer mundo Sin embargo, la longevidad integral de estos individuos seguramente ocasionará problemas socioeconómicos que antes no se habían presentado, algo que discutiremos más adelante.

Las preocupaciones y necesidades clínicas que los viejos deben atender son las mismas de siempre: insuficiencias inmunológicas que los hacen susceptibles a enfermedades o bien sistemas defectuosos que tardan bastante en recuperarse, cardiopatías (generadas por falta de ejercicio o excesos alimenticios), los diversos tipos de cáncer, la diabetes, etc. Sin embargo, el problema más álgido lo representa el mismo sistema biomédico y los numerosos especialistas gerontólogos que han surgido y todo el cumulo de negocios enfocados a mantener vivas a sus víctimas (nutrimentos especiales, vitaminas y suplementos, tratamientos innecesarios, cirugías cosméticas, tratamientos oncológicos a pacientes de 75 años en condiciones críticas, todos vendedores de falsas esperanzas e ilusiones vacías).  Tan agresiva es la mercadotecnia norteamericana que no han dejado pasar esta oportunidad de negocio y ya están apareciendo seminarios, juntas, eventos, organizaciones y conferencias cuyos temas centrales son la Economía de la Vejez, Oportunidades de Negocios relacionados con la Vejez, etc. Muchos consumidores de estos servicios aún no han comprendido que su tiempo ya pasó, y que sería mejor preocuparse por la calidad más que por la cantidad de vida. Este es un aspecto emocional grave que afecta a los viejos que se niegan a reconocer que han sido timados y que sus falsas expectativas fueron solo humo que se perdió en el vacío. Muchos de ellos no pueden superar este conflicto y terminan por suicidarse, tal como lo demuestran las estadísticas en todos los países del mundo y el número de pacientes que buscan ayuda para procurarse una muerte asistida.

Aunque estas noticias no aparecen en la primera plana, es obvio que suceden con demasiada frecuencia o por lo menos no pasan desapercibidas al resto de la sociedad. Los elevados costos de la atención médica y los recursos para abastecer, cuidar y mantener las necesidades de los viejos han menguado los presupuestos de la gran mayoría de países europeos. Pues todo mundo sabe que los viejos siendo improductivos, gravan sobre los presupuestos del gobierno y éste suele substraer fondos dedicados al resto de las otras poblaciones. Estos desajustes, entre otros problemas, se convierten en crisis socioeconómicas serias, pues la mayoría de los jerarcas mundiales están entre los 55 y 65 años y obviamente protegen al sector improductivo de la población a expensas de los impuestos de la gente productiva, causando gran recelo y descontento. Paises como Francia, Inglaterra y Alemania han sufrido serios disturbios en años pasados, precisamente porque los jóvenes y la clase productiva reclaman un trato más igualitario y mayores oportunidades de desarrollo y ascenso. Otros países europeos están atravesando por estas crisis en menor escala, sin embargo, todo parece indicar que no habrá una solución en el corto plazo.

La situación en los países latinoamericanos es sencillamente tétrica, con economías débiles y sistemas administrativos deficientes, las crisis que se avecinan podrían ser catastróficas. Por si fuera poco, la gran mayoría tiene una mentalidad e idiosincrasia orientada a considerar a los viejos como una carga que nadie quiere sostener ni ayudar, las asistencias sociales solo están presentes en las principales ciudades, algunas asociaciones religiosas y de socorro atienden las necesidades más inmediatas en los medios rurales. En la mayoría de los casos, los viejos son una clase social desprotegida y abandonada que no tiene ningún apoyo ni sostén familiar y menos institucional, es una generación sin esperanza.

Es muy difícil que un individuo pueda sobrevivir a carencias materiales y emocionales tan extremas y tan adversas, tarde o temprano estas personas caen en la depresión y posteriormente desaparecen victimas del frio, alguna enfermedad o simplemente se suicidan. De acuerdo con estadísticas mexicanas, el suicidio se ha incrementado en un 200 % en los últimos 30 años2, los hombres se suicidan más que las mujeres, en su mayoría son personas solteras (viudos o divorciados) que perdieron a su compañero(a), muchos de ellos después de haber perdido su trabajo ya no pueden soportar la soledad y el abandono social en que viven. La estadística suele ser falsa, los familiares se resisten a reconocer el suicidio como la causa del deceso, muchas veces prefieren que quede documentado como accidente, como si eso fuera a justificar su abandono. Se calcula que la población de ancianos mexicanos en la actualidad es de 10 millones (8.16% de la población total), cifra que se duplicara para el 20303. De tal manera que tenemos poco tiempo para empezar a desarrollar una cultura más solidaria y más justa con nuestra propia familia.

Todavía estamos muy a tiempo para empezar a educar y fomentar la procuración y los cuidados de nuestros ancianos, de una u otra manera, todos vamos para allá y si no nos apresuramos a cambiar las conciencias y las actitudes recibiremos el mismo trato de indiferencia y crueldad que hemos impuesto a esta la clase más débil y desprotegida Aprovechemos la experiencia y la sabiduría de las personas de mayor edad, démosle los respetos que se merecen.

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Referencias

  1. Anónimo, United Nations Report, World Population Aging 2015.
  2. De la Mora, Domingo. Depresión Causa del Suicidio de Ancianos. Salud y Medicina. Enero 20 del 2012
  3. Gutierrez Gabriela. Ancianos se suicidan más que los Adolescentes y son más efectivos en sus intentos. Animal Político, Mayo 17 del 2015.

 

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