La política del cáncer

Las películas controvertidas siempre ofrecen una advertencia acerca de la naturaleza de los personajes y...

28 de marzo, 2016

Las películas controvertidas siempre ofrecen una advertencia acerca de la naturaleza de los personajes y el contenido de la película. Este artículo comenta hechos y escenarios reales donde los personajes pueden ser cualquiera de los lectores, yo mismo; y el desenlace siempre es incierto y el final puede ser nada promisorio.

Cuando un paciente es diagnosticado con cáncer de cualquier tipo, éste no solo tiene que enfrentar el cáncer o los tratamientos subsecuentes, sino toda una gama de situaciones éticas, legales, políticas, administrativas y económicas; sobre las cuales el pobre paciente no tiene ningún control. Está en las manos de diversos intermediarios y del personal médico que lo atenderá.

¿Qué es el cáncer?

Todas las células de nuestro cuerpo están programadas para nacer, crecer o reproducirse y morir, en un tiempo determinado. El cáncer es un desajuste del ciclo celular que hace que cierto tipo de células crezca desmesuradamente, sin control; originando una masa tumoral.

Todos los seres vivos estamos dotados de ácidos nucleicos que heredamos de nuestros padres, es decir estamos programados para resolver todas las funciones vitales propias de nuestra especie. Los ácidos nucleicos se alojan en los genes, que controlan todas las funciones que debemos realizar. Cuando nos hacemos viejos o cuando los ácidos nucleicos sufren alguna alteración por radiaciones, alguna substancia química, toxinas celulares o mutaciones; estos cambian su configuración y dejan de funcionar adecuadamente y se produce un desequilibrio llamado cáncer. Este cáncer afecta uno o varios órganos o sistemas de nuestro cuerpo. Esta alteración es lo que detectan los análisis clínicos o las radiografías, y son las evidencias de nuestro diagnóstico.  Una de las técnicas más usuales para remover el cáncer es la cirugía, para extraer el tejido o el órgano afectado, sin embargo; el problema no termina ahí, pues suele suceder que el cáncer se vuelve a desarrollar. Entonces será necesario recurrir a alternativas más drásticas como las radiaciones, la quimioterapia o la inmunoterapia. Todos estos tratamientos son caros y muy agresivos, pues están diseñados para eliminar las células cancerosas sin dañar las células normales. En muchas ocasiones les efectos secundarios son devastadores para los pacientes, aquí es donde empieza la verdadera ciencia y todas las consideraciones arriba mencionadas. El oncólogo o especialista en seleccionar el tipo de tratamiento y las dosis más convenientes deberá ser muy preciso para administrar las dosis y la periodicidad del tratamiento, buscando la efectividad del tratamiento con el menor riesgo para el paciente. El oncólogo debe ser no solo un dosificador preciso sino con una gran ética para lograr el tratamiento adecuado, con el menor riesgo para el paciente. Hacemos énfasis en estos detalles porque se han reportado fraudes donde los oncólogos prolongan los tratamientos, para aumentar la factura, usan los fármacos más caros, usan los fármacos de las compañías que les van a redituar una comisión, usan los tratamientos recomendados por la compañía de seguros que van a pagar la cuenta, sin que el tratamiento sea el adecuado para el paciente, etcétera, etcétera.

Se han dado casos donde el oncólogo ha hecho un buen trabajo, con un gran beneficio para el paciente, pero sin haber seguido el tratamiento de las compañías de seguros, y éstas se han reusado a pagar las facturas por no haber seguido el tratamiento autorizado.

Las compañías farmacéuticas y las de seguros juegan un papel muy importante en el tratamiento y restablecimiento del paciente, desafortunadamente existen cada vez más especialistas dispuestos a incrementar sus economías en prejuicio del paciente que prácticamente están a merced de estos malos elementos.

La batalla contra los diversos cánceres todavía está lejos de resolverse, en algunos, como el de pulmón, de mama o el colonorectal, se han logrado disminuciones espectaculares a través de las campañas preventivas que incluyen exámenes periódicos de los pacientes con mayor riesgo.

Si alguno de los lectores tiene la mala fortuna de un diagnóstico de cáncer, se le recomienda acudir al médico de su confianza y someterse a los análisis requeridos, no todos los canceres son fatales, especialmente aquellos que suelen detectarse en sus fases tempranas. Los cánceres son padecimientos muy específicos, muy personales, no todos los pacientes son susceptibles a las mismas dosis o a las mismas periodicidades.

Si acaso tienes alguna duda o simplemente algo no está muy claro, habla con tu médico de confianza o busca una segunda opinión.

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