Antes de empezar a leer el artículo, debo advertirte que el propósito de haberlo escrito es solamente difundir el conocimiento.
El desarrollo de cualquier cáncer en nuestro cuerpo se debe en gran parte a nuestra herencia genética, otros factores epigenéticos y a la persona en sí. Es cuestión de probabilidades.
Comer y beber son dos actividades muy importantes en nuestras vidas, obviamente, hay algunos que le dan mucha importancia y buscan probar platillos y bebidas más dulces y elaboradas. Nuestro gusto y deleite lo podemos controlar a satisfacción, así podemos seleccionar los ingredientes y las cantidades de cada comestible, entonces…. de nosotros depende.
Uno de los edulcorantes mayormente usados en la elaboración de bebidas, jugos o alimentos es la fructosa, que habitualmente se conoce como la fructosa con alto contenido de azúcares, que no es más que una mezcla de glucosa-fructosa (45-55%, HFCS ) que se ha extraído del almidón del maíz. No es un agente tóxico sino un isómero de la glucosa que se metaboliza en forma diferente, activando la biosíntesis de ciertos ácidos grasos y compuestos nitrogenados, relacionados con la obesidad.
Esta mezcla es fácil de usar, se ajusta a todos los procedimientos y maneras de la cocina, además tiene un precio muy cómodo, por eso es el edulcorante más usado.
El año pasado México importó el 27% de la producción total de fructosa producida en EEUU y la usó en la preparación de refrescos. México ocupa uno de los tres primeros lugares en el consumo de bebidas y jugos endulzados, de tal manera que lo podemos considerar como una adicción nacional, que pudiera ser fatal si la costumbre no se corrige.
Las bondades de la fructosa le atrajeron muchos enemigos, tales como: causante de cáncer, obesidad, trastornos digestivos, etc. Se le achacaron siempre, pero ninguna evidencia había surgido para comprobarlo.
En marzo de este año Science1 publicó un trabajo que señala a la fructosa como el causante del desarrollo de tumores cancerígenos en las paredes del intestino grueso y en menor proporción, responsable de la obesidad de una gran cantidad de bebedores de refrescos.
Fue un trabajo largo, arduo y difícil que involucró a muchos investigadores de diversos laboratorios en Estados Unidos y Europa.
Como modelo experimental se utilizaron ratones con genomas altamente certificados para dilucidar cada uno de los objetivos experimentales, isotopos radioactivos para seguir el rastro molecular de los intermediarios durante el metabolismo de los azúcares y su conversión hacia los nuevos tejidos de los tumores, etc. La suspensión de azúcares (glucosa-fructosa 45-55%) fue dosificada a los ratones en una dosis proporcional a los 355 ml de refresco por día que bebe una persona, los ratones testigo fueron tratados con agua simple.
Las diferentes evidencias obtenidas en el estudio se pueden resumir de la siguiente manera:
- La fructosa y la glucosa usan la vía glucolítica común para metabolizar ambos azúcares.
- Después de 8 semanas de tratamiento, se detectan tumores mayores de 3 mm en las paredes del colon intestinal.
- Las enzimas glucolíticas y los nucleótidos (compuestos nitrogenados) aparecen proporcionalmente en los ratones experimentales y los controles.
- El metabolismo de los azúcares no sigue la vía oxidativa sino que se desvía hacia la síntesis de ácidos grasos que se acumulan en los tumores intestinales.
- La fructosa inductora de los tumores también acelera el metabolismo general y promueve la biosíntesis de ácidos grasos para reforzar las paredes de los tumores.
- La formación de los tumores es independiente de la aparición de la obesidad, la fructosa influye la síntesis y acumulación de los triglicéridos y las grasas.
- Algunos individuos simplemente no presentan respuesta a la acción de la fructosa.
Estas evidencias y otros detalles observados insinúan que la obesidad no siempre se manifiesta cuando la fructosa está presente. Sin embargo, el desarrollo de los tumores se presenta todas las veces que la fructosa ha sido inducida en los ratones. Esta respuesta puede interpretarse como una evidencia cierta de la acción cancerígena de la fructosa.
La cuestión de la obesidad es un problema que todavía no ha sido resuelto a satisfacción, será necesario estudiar este problema más en detalle.
Una de las grandes ventajas del desarrollo del cáncer colono rectal es que su desarrollo es muy lento, tarda de 20 – 30 años, de manera que hay tiempo para detectarlo y diagnosticarlo con precisión.
En el próximo artículo trataremos la diagnosis y el tratamiento del cáncer colono rectal, con el fin de obtener una información más completa.
REFERENCIAS.
- Marcus D. Goncalves, et al, High-fructose corn syrup enhances intestinal tumor growth in mice. Science. March 22, 2019. Vol. 363, Issue 6433
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