Visiblemente irritado y frustrado pero con ademanes firmes y una gran voz autoritaria, el presidente Obama se dirigió en semanas anteriores a la nación para expresar sus condolencias a los familiares de los estudiantes recién abatidos por un muchacho de 26 años. "Esta es la decimoquinta vez que me paro aquí frente a ustedes para decir lo mismo, cuantas veces más tendré que aparecer para pedirles algo que yo no puedo hacer solo", obviamente se refería a la modificación a la ley que trató de introducir en 2011 para endurecer la regulación de la venta de armas en USA.
Las modificaciones incluían en prohibir los cargadores de más de diez balas, restringir las armas semiautomáticas y hacer más exhaustiva la identificación y los antecedentes del comprador. Esta larguísima batalla tiene sus orígenes en uno de los artículos de la Constitución que permite a los norteamericanos armarse para su defensa. Este artículo obviamente fue escrito hace 300 años donde los tiempos eran muy inciertos y efectivamente, era necesario armarse para cualquier defensa propia. Sin embargo, la interpretación de la ley se ha llevado al extremo y el resultado es los norteamericanos han seguido comprando armas, al punto que un cálculo aproximado arroja una cifra de 300 millones de armas, de todos tipos y sabores.
El problema en si radica en la laxitud para comprar las armas, los estados tienen diferentes requisitos y literalmente cualquiera que llena una solicitud puede adquirir una arma en tres días. Recordemos que las armas son un gran negocio en todo el mundo y que los vendedores de estos artefactos no se distinguen precisamente por su ética. En muchos casos las armas se compran por la internet y te llegan a tu casa sin problema. Es así que cualquier persona puede tener una verdadera colección de armas para protegerse, sin que nadie lo sepa.
El perfil aproximado de estos jóvenes desequilibrados muestra casi el mismo patrón, son varones de entre 19-24 años de edad, de ocupación incierta, solitarios, inteligentes, no muy sociales, no son violentos, pese a su edad han estado protegidos por su familia que es de clase media a media alta, la cual les provee todas sus necesidades y les procura ciertos lujos, como las armas. No tienen planes al futuro, ni son afectuosos, se dedican a lo suyo que en la realidad es nada.
Tienen una memoria muy selectiva y suelen tomarse ciertos comentarios con un estilo muy personal que se van acumulando hasta que un buen día explotan y salen de cacería. En la actualidad ha habido muchos incidentes de este tipo pero no con saldos de 10 muertos y 10 heridos graves, que obviamente no son reportados para no causar alarma general. La pregunta clave es: ¿por qué lo hacen? Todo parece indicar que lo hacen por vanidad, quieren ser notorios, trascender en algo, hacer que la gente se ocupe de ellos y para esto han contado con la colaboración de los medios de comunicación que les han seguido el juego al pie de la letra.
En fechas recientes, la cobertura de los medios ha sido más discreta y ayer llegó a un punto culminante cuando el Sheriff se negó a proporcionar el nombre y mucho menos a exhibir la foto del asesino, lo cual fue excelente porque eso es exactamente lo contrario a lo que él deseaba. Sumirlo en el anonimato es el castigo más apropiado que pudiera dársele, al igual que a Timothy McVeigh y a Dzhokbar Tsarnaev.
Es muy irónico que el presidente Obama siendo principal protagonista de crisis mundiales no tenga el peso político para influir en su país para modificar las leyes de la adquisición de las armas ni el tipo de accesorios. Ni lo va a tener, ya que USA es un país independiente que tiene muy acentuado eso de poder defenderse ellos mismos y que no confían en otra cosa que no sean sus armas. De manera que aunque pudiera modificarse la ley, estos lamentables sucesos seguirían ocurriendo, porque es un sentimiento eminentemente popular que no va a terminar por la votación de una ley y el poderoso apoyo de la National Rifle Association que exacerba el patriotismo y el orgullo norteamericano.
Después de que Obama sometió su iniciativa de ley a principio del 2011, las ventas de las armas semiautomáticas se fueron hasta el cielo, los norteamericanos no dejaban duda de sus intenciones y actitudes hacia la voluntad presidencial.
¿Por qué son tan letales las armas semiautomáticas? Sencillamente porque no se recargan, de tal manera que pueden disparar desde 10 a 100 balas en una sola ráfaga, o una bala a la vez. Esta característica es ideal para un sujeto desquiciado cuyo único objetivo es causar el mayor daño posible, tal como sucedió en Newton, Connecticut cuando Adam Lanza disparó más de 100 tiros matando a 20 pequeños y 6 adultos con un rifle AR-15. Los cadáveres de las creaturas mostraron de 3 a 11 impactos. El daño no hubiera sido tan cuantioso si hubiera sido un arma convencional.
El pueblo norteamericano está ante una difícil disyuntiva, seguir lamentando la matanza del mes o bien restringir la venta de armas semiautomáticas o cargadores no convencionales. Todavía hay por ahí muchos jóvenes desquiciados que solo esperan la ocasión para manifestarse. Por otra parte, cabe decir que es el único país que tiene esta difícil decisión, si consideramos el incidente sucedido en Noruega el 22 de Julio de 2011 donde el asesino victimó a 69 asambleistas.
SARS-CoV-2, el ENEMIGO IMPLACABLE
Antonio G. Trejo. Correo electrónico: [email protected] Los tiempos actuales son críticos, difíciles, enigmáticos e inciertos, simplemente porque tenemos enfrente...
julio 23, 2020El VIRUS G4 la NUEVA AMENAZA
El lunes 29 de junio, por lo menos tres periódicos de circulación internacional reportaron la frecuente aparición del G4...
julio 9, 2020EL CORONAVIRUS VILLANO
Los virus son auténticos parásitos que invaden el cuerpo de su víctima, lo usan para replicarse, desorganizarle las funciones...
junio 29, 2020EL CORONAVIRUS, la NUEVA AMENAZA
Como si en México no tuviéramos de que preocuparnos, ahora surge una nueva amenaza médica desde Wuhan, China. Se...
enero 23, 2020