Para los efectos del poder, lo único que importa son tus acciones.
Maquiavelo.
Antier durante el programa televisivo, los asistentes hicieron un leve comentario acerca del derrame de 3000 litros de ácido sulfúrico en el Mar de Cortés. Una compañía del llamado Grupo México originó el desastre. La situación fue tan obvia que no la pudieron ocultar, sin embargo, los directivos de la compañía fueron muy herméticos y en un tono determinante dictaron sus instrucciones a las autoridades de Guaymas: no queremos bomberos, ni Cruz Roja, ni policía ni protección civil. Posteriormente, declararon que no había habido desgracias personales, que ya se estaban aplicando las operaciones de neutralización y que la situación estaba controlada, parecía que ellos habían terminado el asunto.
De repente, alguien en Guaymas sintió dudas y comunicó el incidente a la Secretaría de Marina y a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT). Ese mismo día, julio 9 a las 10:29 pm, un representante del Grupo México (Metalúrgica de Cobre) emitió un comunicado informando acerca del incidente y la participación de Marina. Describió que los militares habían evaluado los hechos, neutralizado la solución y determinado que la situación estaba controlada, por lo que no era necesario activar el plan de emergencia. El reporte está firmado por un empleado común, ningún técnico o profesional en el ramo ambiental, como debía ser.
Los periódicos locales publicaron la nota con gran reserva, la información fue muy limitada, había un gran hermetismo y hasta cierto temor. Lo que trascendió fue que esta compañía había tenido muchos incidentes ambientales, que no se sabe si han sido reportados o simplemente no ha habido ningún trabajo de mantenimiento o reparación mayor.
El día 12 de julio Luis Rene Puig, director de Protección Civil Guaymas declaró a Excelsior: que Marina había realizado la neutralización del químico, que no hubo ningún efecto nocivo del ácido y que el derrame no fue casi nada. Renglones más adelante, el mismo director reconoce que su nivel académico solo fue hasta la preparatoria.1
Existen varias irregularidades que saltan a la vista, algunas de ellas:
- La carta del Grupo México informando del incidente debía estar firmada por algún profesional o responsable de las operaciones, pudiera haber sido un ingeniero ambiental o un químico.
- El ácido sulfúrico es extremadamente corrosivo y su reacción con el agua es muy energética, libera mucho calor. El agua marina es alcalina y su reacción con el ácido de inmediato se neutralizará, sin necesidad de que alguien lo haga.
- El impacto ambiental afectará de inmediato a la zona más próxima al derrame, las alteraciones serán en forma de gradientes de temperatura y alteraciones fisicoquímicas.
- La flora y las faunas marinas sésiles serán las primeras en afectarse porque no puedan alejarse del sitio. La fauna nadadora se alejará de inmediato apenas registren los incrementos causados por la acidez.
- El daño o la destrucción de la flora marina alterará la alimentación de la fauna, se generará un desequilibrio ecológico en la zona afectada. Asimismo, la ausencia de flora encarecerá los escondites que la fauna usa para esconderse de los depredadores y sufrirán bajas considerables en sus poblaciones.
- Este desequilibrio durará hasta que el ecosistema recupere los nutrientes y no se presenten otro tipo de contaminaciones.
- Los animales y las plantas atacados por el ácido no sobrevivirán el derrame.
- No es posible medir los efectos del ácido con exactitud, la única manera sería comparando con una zona aledaña que no hubiera sufrido ningún ataque.
Tal parece que la situación ambiental de esta compañía atraviesa por serios problemas, las operaciones que se realizan en esa planta son extremas y riesgosas y al parecer no existe algún profesional que las supervise. Las autoridades ambientales del estado de Sonora y las de la SEMARNAT debieran inspeccionar y regular más estrechamente el funcionamiento y los procedimientos de esta planta procesadora de metales.
De acuerdo con la nota periodística, la metalúrgica debiera someter en un plazo de cinco días un reporte completo detallando los pormenores del incidente. Sin embargo, a la fecha las estaciones de radio y televisión no han hecho ningún comentario al respecto. Sigue el hermetismo y el misterio que de pronto se despeja cuando el periódico local reporta que el dueño del consorcio industrial es el segundo hombre más rico de México y que éste tiene excelentes relaciones con el líder nacional del Sindicato Nacional de Mineros, aquél que estaba exilado en Canadá y que es un apoyo económico incondicional y político de nuestro presidente.
Estas peculiaridades parecen explicar el pasado y el futuro de los negocios emprendidos por el Grupo México. No se hable más del asunto, los hechos se explican por si mismos.
REFERENCIAS.
- Dóreme, Daniel S. Director de PC en Guaymas minimiza derrame de Grupo México. Excelsior. Julio 12, 2019
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