En agosto de 2018, quien esto escribe publicó un lista de amplias expectativas y también de serias dudas de lo que sería el gobierno de Claudia Sheinbaum para la Ciudad de México. Digamos que fue un “fortalezas”, “debilidades” y “oportunidades” sobre lo que esperábamos fuera su desempeño como candidata y como jefa de Gobierno. A casi un año, lamentablemente la señora Sheinbaum Pardo se ha convertido en una de las grandes decepciones para todos los habitantes de la capital del país.
Expusimos que las virtudes de Claudia estaba en que ella formó parte de la última generación de universitarios que quisieron cambiar a México: la generación del CEU de la UNAM; que forma parte de una familia honorable, honesta, con trayectoria de calidad humana y profesional como pocas; que representaba una de las caras más limpias de MORENA, como también lo fue del PRD (y a pesar de la relación con su ex esposo Carlos Ímaz); también que es una figura vinculada a lo mejor que tiene la UNAM: su comunidad científica y por lo tanto su gobierno sería de gente de ese calibre. “Si alguien de MORENA podría decirse totalmente de izquierda, así sin adjetivos, es Claudia, por lo que quienes están en este partido por un proyecto conservador, pueden preparar sus maletas”.
En contrasentido, apuntamos que “la lealtad a AMLO que no le permita tener luz propia ni su propio proyecto personal”, por lo cual “más allá de los favores mutuos entre AMLO y el Grupo Universidad, Claudia tendría que romper con la ascendencia y reclamar su propio espacio de liderazgo como Andrés presidente”.
Bueno, digamos a estas alturas de su administración, los negativos de Claudia se han impuesto sobre sus positivos, a tal grado que, hasta los actores y medios de izquierda, como La Jornada y Proceso, han comenzado a marcarle críticas despiadadas en varios temas, desde el logo seleccionado para la imagen de la CDMX y en particular la crisis ambiental reciente que la mostró terca, soberbia y altanera.
En redes sociales, el gran jurado de las cuentas de opositores internos y externos, han arreciado con memes y descalificaciones de todo tipo. Aquí, simplemente podríamos apuntar una principal: SU RENUNCIA. Sí, una renuncia, ¿a qué? A lo siguiente:
Una, Claudia Sheinbaum renunció a ser jefa de Gobierno, a actuar como gobernadora de la principal entidad del país y el segundo cargo de elección popular de mayor peso político después del Presidente de la República. Ella se ha supeditado como si fuera una funcionaria federal más al titular del Ejecutivo federal. Es decir, a ser la REGENTA, como en los viejos tiempos del PRI y antes de que la democracia llegara al Distrito Federal. Una regresión dramática a antes de 1997.
Segunda, Claudia renunció al mandato ciudadano, a representar y defender a los habitantes de la Ciudad de México por encima de los proyectos y políticas del Presidente de la República. Nunca desde 1997 un jefe de Gobierno había cedido a las imposiciones del Ejecutivo federal cuando éstas afectan a la mayoría de los ciudadanos del ex DF. Ejemplo concreto es el NAIM, donde más del 75% de los habitantes de la capital estaban a favor de la obra, mientras Claudia celebraba junto a AMLO su cancelación y la proyección de Santa Lucía, más retrasada y más cara para los usuarios que viven en la CDMX.
Tercera, Claudia renuncia no sólo al mandato ciudadano de la CDMX sino también a actuar como una auténtica estadista, favoreciendo más a los intereses de su partido, Morena, al reiteradamente usar el discurso de echar culpas al pasado y no dar solución y asumir la responsabilidad para lo que fue electa. Ejemplo de ello es que desde su primer día al frente del GCDMX las cadenas clientelares de ambulantes e invasores de predios han hecho y deshecho en los espacios públicos de la capital del país. Su gobierno, o su administración, simplemente se caracteriza por ser muy insensible, altamente insensible a las denuncias en todos los foros, a las quejas contra los alcaldes de su partido y funcionarios ineptos de su administración.
Cuarta, Claudia renuncia a ser Claudia y seguir dependiendo de operadores políticos ligados a su ex pareja, Carlos Ímaz, incrustados en su principal círculo de gobierno (los cuales podríamos enlistar, pero sería darles demasiado foro).
Quinta, Claudia renuncia a ser más eficiente con funcionarios más capacitados para las tareas de seguridad pública, inteligencia, procuración de justicia, medio ambiente, desarrollo social y comunicación social. Muy doctores, muy expertos en docencia e investigación, pero malos en gestión de gobierno. “El que sabe lo hace, el que NO lo enseña”, reza un dicho contundente sobre el perfil del equipo de la Doctora Sheinbuam, pues muchos de sus funcionarios son demasiado doctos, pero demasiado ineptos, la teoría y la praxis no son lo mismo.
Sexta, y Claudia renuncia desde ahora a ser la próxima que relevo generación de Andrés Manuel López Obrador. Su trabajo en la Ciudad de México ha sido tan deficiente, tan cargado de soberbia, de cerrazón e insensibilidad, que hasta los taxistas y gente de la calle ya extrañan al mediocre gobierno de Miguel Ángel Mancera.
Hace casi un año preguntamos: “¿Qué proyección de izquierda dará Claudia y si esta será compatible con lo que tenga en mente AMLO y su círculo con quien pretende gobernar?”
A la luz de los resultados, es claro que Claudia no tiene proyecto y sólo atiende las órdenes del Presidente; qué lástima porque los ciudadanos esperábamos más de ella.
El golpismo, el Ejército, los LeBarón y Donald Trump
La adversidad no es casualidad, más allá del discurso del complot, el sabotaje y victimización del gobierno federal, pesa...
noviembre 5, 2019Un día en la vida de la #4T en Guerrero: el agotamiento de la estrategia de seguridad y el encuentro de Félix Salgado con Figueroa
Encuentros cercanos en medio de la lluvia de críticas Dos viejos conocidos se reencontraron en el 170 aniversario de...
octubre 29, 2019Sin perdón no hay futuro: INEHRM a sanar las heridas de la “guerra sucia”
La explosión del tema del secuestro de Eugenio Garza Sada atribuida a una facción de la Liga Comunista 23...
septiembre 24, 2019Sucesión en #MORENA: La NomenKlatura vs los aliados de AMLO
Alexia Incómoda El diferendo entre Martí Batres Guadarrama y Ricardo Monreal Ávila en el Senado de la República evidenció...
septiembre 4, 2019