El emprendimiento como un estilo de vida

En medio de la crisis económica por la que está atravesando nuestro país, han crecido en gran medida las expectativas de la gente ante lo… En medio de la crisis económica por la que está atravesando nuestro...

30 de junio, 2016

RHT

En medio de la crisis económica por la que está atravesando nuestro país, han crecido en gran medida las expectativas de la gente ante lo…

En medio de la crisis económica por la que está atravesando nuestro país, han crecido en gran medida las expectativas de la gente ante lo que sucederá con sus empleos.

Ésta incertidumbre ha sembrado en la mente de muchas personas la posibilidad de crear una empresa. De ahí que emprender es una decisión y un cambio radical en la vida de un ser humano.

Ser empresario es un proyecto de vida; es prever un futuro a nivel personal y empresarial desde una visión que considero, debe ser optimista.

Ser emprendedor no es sólo empezar un negocio, es un estilo de vida.

Lo cierto es que una de las motivaciones más grandes del emprendedor es ser libre y su propio jefe, pero es recomendable que disfrutes de tu libertad con responsabilidad y que cumplas tus ideales con determinación.

Iniciar un negocio significa dejar de tener la seguridad que te da trabajar para una corporación; es saber que te tienes a ti mismo para motivarte y para que vayas encontrando la forma de ir haciendo las cosas pertinentes para que tu empresa vaya avanzando.

Renunciar a un trabajo convencional no es algo fácil, pero a la larga es un camino mucho más satisfactorio que va a hacer que sientas una realización personal y profesional inimaginable.

Cuando la idea de emprender se apodera de alguien, lo empieza a rodear una energía única que lo llena de entusiasmo y que le da las ganas para querer concretar un concepto que será parte de su vida. Pero también es fundamental reconocer que para un emprendedor, todos los días son de crisis y que se va a enfrentar a grandes retos e inconvenientes, ya que de manera permanente deberá garantizar la supervivencia de su negocio. Por eso, te recomiendo que desempeñes tus actividades cotidianas de una forma integral y equilibrada.

La vida del emprendedor a veces hace que te cuestiones si quieres seguir adelante, porque todos los negocios tienen sus altas y sus bajas. Seguramente, algunas veces te vas a preguntar ¿Lo estoy haciendo correctamente?, ¿Cómo podría mejorar mi planeación, aumentar mis ventas, atraer a más clientes? Pero pese a esto, no olvides qué hizo que te convirtieras en un empresario y recuerda que vas a adquirir conocimientos que van a perdurar toda tu vida. Mantén una disposición para aprender cosas nuevas y procura ser propositivo.

El emprendedor sabe que las caídas son parte del camino hacia el éxito y por ello nunca se detiene y en ellas encuentra un impulso para salir bien librado de cada situación; valora cada equivocación que comete y aprende de ella.

Recuerdo que hace unos años, mi negocio atravesaba por varios asuntos que resolver que me tenían muy preocupada y le platiqué a un amigo que es un gran empresario sobre mi situación, a lo que él me contestó: “Cuando uno tiene un negocio y empiezas a tener éxito o abres una segunda o tercera empresa tienes problemas un día, y el otro también. Es un estilo de vida, así que crea nuevas estrategias y sigue adelante”. ¡Y tenía razón! Claro que me dio varios consejos y todo se resolvió satisfactoriamente. Por eso la retroalimentación es básica para un emprendedor y aceptar consejos y críticas constructivas de empresarios que ya cuentan con una gran experiencia en el tema.

El orgullo no tiene lugar en la personalidad de un empresario. Me ha tocado ver a conocidos y amigos emprender y cerrar su empresa en menos de dos años e incorporarse nuevamente al mercado laboral. Cuando me acerqué a ellos para darles un consejo o traté de canalizarlos con otros empresarios dispuestos siempre a ayudar a nuevos emprendedores, algunas respuestas que recibí fueron: “Yo sé lo que hago. Trabajé muchos años en corporaciones transnacionales en áreas muy importantes, además tengo maestría y muchos estudios, no necesito que me digan qué hacer” ¡Grave error! Hay que empezar de cero, y aunque haber trabajado en grandes empresas te da tablas para ciertos procesos (yo también trabajé para empresas de trascendencia a nivel mundial y en instituciones de gobierno), el día a día y la práctica te van forjando y te hacen alcanzar tus objetivos. Ten presente que nunca se deja de aprender y hay que disfrutar el camino.

Otros de los consejos que recibí cuando emprendí, fue que siempre estuviera abierta al cambio, a escuchar y a mantener una visión más allá de lo que se tiene enfrente y me han funcionado muy bien.

Por otro lado, ser empresario requiere tener iniciativa, fuerza interior y creatividad; ver siempre lo bueno e interesante de las cosas; aprender de los errores. Asimismo, se requiere ver todo lo que se presenta como oportunidad y reconocer las limitaciones para superarlas. Hay que ser también un constante observador.

Desde el inicio, el emprendedor debe tener claro de que formar una empresa va más allá de tener buenas ideas o de tener claros los problemas para llevar a cabo el proyecto deseado.

Ser emprendedor es una forma de vivir, de todos los días, incluso cuando no se está laborando. Es una tarea sin fin. Es salirte de tu zona de confort. Es ocuparse cada día en desarrollar la imaginación para beneficiar a tu empresa. Es trabajar con pasión y no ver tu actividad como un sacrificio para ganar dinero. Es no temerle al fracaso y buscar ser el mejor para lograr metas establecidas y no dejar de insistir en alcanzar tus sueños. Si no crees en ti y en tu idea de negocio no vas a poder venderla.

¡Tu negocio debe sacar lo mejor de ti!

Para ser un empresario se requiere de valentía, de una voluntad inquebrantable, de mucha disciplina, de planificación y de una buena toma de decisiones.

Un emprendedor innova, genera empleos y con ello mejora la economía en su comunidad.

Es muy importante formar un gran equipo de trabajo, aumentar sus fortalezas para aprovechar lo que está en su entorno y lo que otros pueden ofrecerle y aportarle a su proyecto de empresa.

Muchos grandes empresarios dicen: “Si quieres llegar lejos, trabaja en equipo” El equipo lo es todo para un empresario. Trabaja con gente que le de valor a tu empresa con nuevas ideas y opiniones, esto te dará una enorme fortaleza. Tu equipo deberá acompañarte en las buenas y en las malas, así que elige bien.

Recuerda, el resultado del éxito de tu empresa es directamente proporcional al esfuerzo que realices. ¡Vive el proceso con emoción!

Un negocio se funda no sólo para hacer dinero, también nace para generar apoyo y crecimiento en diferentes esferas de la sociedad, tales como las sociales, ambientales y culturales que trasciendan en el tiempo.

Los grandes logros no llegan de la noche a la mañana, para alcanzarlos hay que tener paciencia; se necesita de tiempo, trabajo duro, compromiso y dedicación.

Estudia, analiza tu idea de negocio y no pierdas el tiempo. Consigue los recursos para poder capitalizarla y hacerla una realidad, un estilo de vida.

Si tienes el deseo de emprender no tengas miedo, lánzate a ésta gran aventura y empuja con toda tu energía a la empresa que has imaginado tantas veces y seguro te convertirás en un gran líder y empresario, y no olvides mantenerte atento a nuevas oportunidades interesantes de negocio.

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