“La base del glamour está en el equilibrio y en ser quien eres.” – Michael Kors / Bailarina y Coreógrafa
El cine siempre es una grandiosa referencia para abordar temas poco explorados en el día a día; la perfecta combinación de la imagen con el sonido, los diálogos, las escenas, las tomas y las actuaciones entre otros elementos (sonido, edición, vestuario, dirección, etc.) hacen click inmediato con el cerebro y el corazón de los espectadores. Por ello es una de las experiencias más inmediatas que conocemos como expresión artística, pues nos identificamos al momento con los personajes que nos presentan en tono cómico, dramático, de suspenso, de aventuras o de terror.
En 2021 se estrenó “La Casa Gucci” (Ridley Scott, Estados Unidos), un filme clasificado como drama y crimen porque aborda el contexto en el que ocurre el asesinato de Maurizio Gucci. Aunque la crítica fue severa respecto al guión debido a que se aleja de la esencia real de sus personajes y a la falta de elementos en torno al homicidio, la cinta recaudó 21.8 millones de dólares tan sólo los primeros cinco días después de su estreno en Canadá por el simple hecho de contar en su elenco con la reconocida Lady Gaga quien recibió múltiples premios por su actuación pero además, la producción fue el mejor estreno durante el Día de Acción de Gracias desde 2019 y la más vista desde la pandemia.
Críticas y pleitos aparte dadas las duras críticas por parte de la misma Patrizia Reggiani y de Patricia Gucci (prima segunda de Maurizio) respecto a la lejanía de la película con la historia real y la forma en que a su juicio presentaron a la familia se pueden resaltar varios elementos que se apegan al conocido refrán: “Pasa hasta en las mejores familias” porque exageradas o no las actuaciones, lo brutal de la cinta radica en que nos muestra de cerca la ambición, la traición, la manipulación, la mentira y la expresión máxima del ego de todos y cada uno de los integrantes de una familia acaudalada aunque también se notan la dignidad y el dolor. Podría pensarse que esos son pleitos de millonarios por fortunas inalcanzables para simples mortales y ciudadanos de a pie pero la realidad nos muestra que son rasgos de personalidades que figuran tanto en el jet set como en la vida cotidiana y que su actuar obedece a los intereses particulares.
En escena podemos ver por breves instantes a un Maurizio Gucci ayudando a una de sus pequeñas hijas acomodarse el esquí, a Patrizia llorar y suplicar cuando es enviada a Milán fuera de la casa familiar y del matrimonio Gucci también la vemos pelear por la custodia de sus hijas cuando Maurizio envía al abogado familiar para pedirle la firma del divorcio, vemos también a Aldo Gucci reclamar su derecho a la parte proporcional como dueño de la firma y después entregarlo todo sosteniéndole la mirada a Maurizio; finalmente, vemos morir a Maurizio a manos de un asesino a sueldo y en la siguiente escena aparece Patrizia en una toma de zoom in sin maquillaje en perturbador estado y pidiendo ser llamada “Señora Gucci” lo cual nos recuerda su línea escenas atrás dirigiéndose a la entonces amante de su esposo: “No me considero una persona particularmente ética pero sí soy justa.”
Entre las críticas se dice que nos presentaron a una Patrizia como víctima del patriarcado machista de la familia; sin embargo, lo que yo vi fue a una mujer que ambiciosa o no, impulsa a un hombre a ocupar el lugar que merece dentro de una dinastía poco honesta. El exceso de una mujer ambiciosa, celosa y arribista (si se le quiere ver de esa forma) fue matar a su ex marido, una acción fuera de toda cordura pero ¿Quién no lo ha pensado alguna vez cuando es lastimado en lo más profundo de su alma sea o no pura cuestión de ego? El hombre en cuestión alcanzó una fama a la que no aspiraba por su personalidad tímida e intelectual y una vez que le gustó lo que recibió, exilió a la mujer que le ayudó a alcanzar dicha gloria, lo cual no fue poca cosa.
No apoyo los actos dementes, sí reconozco que el glamour llevado al exceso hace olvidar #laspequeñascosas de la vida que en realidad tienen valor y por lo mismo, no tienen precio o ¿Cuál cree usted que sea el precio de la lealtad, la fidelidad, la honestidad, la reciprocidad, la gratitud o el amor?
A manera de colofón: del inglés grammar = gramática, magia, ocultismo; el glamour es el encanto natural que fascina, en el siglo XIX se utilizaba como el término que describía la belleza y la elegancia que conformaban las características de un objeto, de una manera ilusiva o romántica y se utiliza frecuentemente en la moda para marcar la estética, el exceso, la vanidad, la atracción sexual y diversos aspectos de la cultura popular. También se utiliza para referirse a diferentes manifestaciones del arte como la arquitectura, la fotografía, el drama y la cinematografía. El glamour tiene un brillo que contagia y como todo en exceso también es nocivo, muy nocivo para la salud mental y física.
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