¡Hola! Como siempre, me es muy grato saludarte desde este espacio pensado especialmente para ti.
¿En qué piensas cuanto menciono la palabra poder? ¿En dinero, bienes materiales, posición social o económica, un puesto importante dentro de una empresa? Permíteme decirte que el poder va mucho más allá de todo lo tangible. El verdadero poder no viene de afuera sino de adentro y tiene su raíz en lo intangible, en lo que no puedes ver, tocar, oler, pero que existe.
El poder real está asociado a la sabiduría y ésta proviene del corazón. Aquí breves ideas para hacerte sumamente poderoso.
1. Conecta contigo. Vivimos conectados 1000% a nuestro teléfono móvil, apenas lo dejamos un momento y ya sentimos ansiedad. En contraste, estamos súper desconectados de nosotros mismos. Cada que tengas oportunidad y poco a poco, destina tiempo para estar en un lugar sin ruido y, allí, cerrar tus ojos. Escucha los latidos de tu corazón. A veces le huimos a esta acción porque tenemos miedo, pues el corazón resguarda las verdades. No temas contactar con los “demonios internos”, es sano hacerlo y a la larga conectarte con tu verdad te hará libre y con paz.
2. Deja de tomarte todo personal. Tu realidad no es lo que es, es la interpretación que haces. Al quitarle eso, la interpretación, incrementas tu poder, porque no das oportunidad a tu mente de inventar historias, mismas que regularmente son la causa de tu sufrimiento. Solo acepta la realidad tal y como venga, sin cuestionar o formarte ideas. Ejemplo, si tu pareja decide que ya no quiere estar contigo, deja de inventarte frases como: “seguro hice algo mal”, “seguro soy poco para él/ella”, “no encontraré otra pareja” … al hacer interpretaciones y crear todo un guion dramático cedes tu poder porque estos pensamientos están ligados a algo externo, y ya quedamos que tu poder viene de adentro.
Te animo a practicar estas ideas, no es sencillo por lo que hemos ido absorbiendo a lo largo de nuestra vida, a esas creencias que nos limitan y que la mayoría de las veces ni siquiera cuestionamos. Ahora que estás leyendo todo esto te invito a hacerte preguntas: ¿Qué tal si no tuvieras ese pensamiento que te está llevando a ceder tu poder?, ¿quién serías si fueras superpoderoso al anclarte a ti mismo, en lugar de aferrarte a un objeto, persona, lugar o idea?
Si te gustó este texto te pido que lo compartas con tus seres queridos o en tus redes sociales para que cada vez más seres humanos incrementen su poder. Gracias por leerme, ¡hasta pronto!
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