Hola, bienvenido a este espacio pensado especialmente para ti, ¿cómo te encuentras? Hoy te cuento un secreto que en realidad no lo es tanto, más bien el “secreto” consiste en abrir la consciencia.
Y es que algo fundamental y que todos deberíamos de saber (o aprender) es que la realidad es neutra, nada es malo ni bueno per se, y lo que sucede no significa nada, solo cada persona ve la vida con base en sus propios filtros. ¿Te has preguntado por qué ante la misma circunstancia dos o más personas reaccionan de una manera distinta? Pues porque cada uno tiene sus propias creencias acerca de lo que le sucede.
Por ejemplo, si hay un despido masivo en una empresa, también habrá tantas maneras de tomarlo como personas involucradas. Una puede pensar que está arruinado y que es muy mayor de edad para encontrar otro trabajo; una más puede estar convencido de que es tan tonto e inútil que ni siquiera pudo conservar su empleo, y que seguramente alguien mucho más inteligente que él o ella ocupará su posición; un tercer colaborador puede decir: “que mal, no me lo esperaba, aunque quizá esta es la oportunidad que estaba esperando para encontrar otra empresa donde pueda desarrollarme mejor y crecer aún más como profesional”.
¿Te das cuenta cómo cada ser humano interpreta las cosas de una manera distinta? Eso es por lo que piensa, primero, de sí mismo, y después, de lo que sucede. Epicteto, un filósofo del siglo I afirmaba que no nos afecta lo que nos sucede sino la interpretación que hacemos de eso.
¿Cómo son las historias que te cuentas a menudo?, ¿son catastrofistas o te hacen sentir que puedes seguir avanzando?, ¿alguna vez habías pensado en todo esto? Hoy, te animo a hacer una reflexión profunda. Piensa en algo que te haya sucedido recientemente y que no te haya hecho sentir bien. ¿Crees que es posible darle un giro a la historia que hasta ahora te venías contando?, ¿crees que te sentirías mejor si escribes un guion diferente?
Te invito a ser protagonista de tu propia vida y no un mero espectador que se deja arrastrar por las circunstancias. Si no es posible cambiarlas ¡cambia tú!
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