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Fallece Mauricio Fernández, el auténtico “Tío” de México, némesis de Salinas Pliego

24 de septiembre, 2025

Partió Mauricio Fernández, ilustre regiomontano que se ganó de forma espontánea el cariño de millones de mexicanos, tanto por su sencillez como por su forma eficaz de ejercer la política. En su haber fue alcalde del hoy municipio más rico de América latina (San Pedro Garza García), por primera vez en 1989-1992 y la última, esta administración que corre, de la cual había solicitado licencia por 15 días con la finalidad de presentar su renuncia definitiva al cargo dado su estado de salud que se derrumbó en poco tiempo con dos tipos cáncer al mismo tiempo.

Nunca dejó de trabajar con pasión, con la mística de dar, de dejar un legado tanto en lo político a nivel local (Nuevo León) como a nivel nacional e internacional, donando al pueblo de México su inmensa colección, construido con paciencia y décadas, de todo tipo de objetos de valor histórico y científico, agrupadas todas sus colecciones en el museo “LA MILARCA”, recientemente inaugurado, y que tiene cómo sello particular el ser uno de los más eclécticos del planeta.

Nunca aspiró a gobernar Nuevo León, su estado, menos a pretender la Presidencia de la República, muy posiblemente conociendo los límites en sus capacidades, siendo estas aptitudes y actitudes más viables para el sector privado, ya que fue un hombre de empresa sobresaliente. Esto último (los absurdos afanes presidencialistas), a diferencia de su paisano y “amigo” Ricardo Salinas Pliego (entrecomillo porque ese señor sólo tiene afección por el dinero), que el sí tiene en mente el disparate de pretender contender por la primera magistratura federal en 2030, mediante una campaña en sus medios de comunicación (concesiones del ESTADO mexicano, así reniegue mil veces contra este) y otra paralela, muy burda en redes sociales, armada mediante granjas de bots y/o personajes a sueldo, “ayudado” por un sobrino antipático y con la sangre más pesada que el plomo, que no duda, a la par de su tío, en preferir palabras soeces, insultos y corrientadas al por mayor, consiguiendo solamente el envilecimiento (aún mayor) del debate público mexicano.

Y no dudó en “colgarse” pues de la muerte de “Tío Mau” en sus redes, para atraerse, según él, de simpatías, al llenarlo de elogios. Pero no olvidemos algo. El señor Fernández era justo la otra cara de la moneda de Salinas Pliego en no pocos ni importantes aspectos.

Mauricio Fernández siempre edtuvo dispuesto a DAR de forma generosa, y baste el ejemplo del ya citado museo “LA MILARCA”, a diferencia de Salinas Pliego, cuya fortuna ha crecido de la mano de todo tipo de triquiñuelas, como, en su momento (crisis de los 80), no pagar a sus proveedores cuantiosas deudas para así su empresa ELEKTRA, sobrevivir al vendaval, ni el negarse a pagar multimillonarios créditos fiscales desde hace ya siete años, sin olvidar cómo no acató las medidas que ordenaban a sus empresas cerrar al público por no ser consideradas prioritarias, provocando muertes en su personal y clientela, además de la naturaleza de sus negocios, que es la de la USURA, aunque hay que reconocer que tienen una labor apegada a la idiosincrasia mexicana, nada proclive al ahorro y sí al crédito, posibilitando que millones de familias se hagan de bienes de diversa índole, que sin sus empresas, quizás no gozarían de ellos.

En fin, que en paz descanse el “TIO MAU”, mientras los vivos nos quedamos otro rato, atestiguando el desastre en el que acabarán las calenturas presidenciales del ‘TIO” pirateado, Ricardo Salinas Pliego, que lo único que realmente conseguirá es el atomizar a la ya de por sí exigua y languideciente oposición, fungiendo (sin así pretenderlo) como un aliado del oficialismo, como un completo “TONTO ÚTIL”, que a la postre no logrará nada que no sea fortalecer, todavía más, a los gobiernos de la denominada cuarta transformación de la vida pública en México.

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