¿Avaló AMLO a Trump y ofendió a Biden al no reprobar el ataque al Capitolio?

La mayoría de los líderes del mundo condenaron el ataque realizado por una turba el miércoles pasado contra el Capitolio, sede del poder legislativo estadounidense, instigado por el presidente Donald Trump. Cinco personas murieron en esos hechos...

11 de enero, 2021

Eduardo Ruiz-Healy

Aquí lo que dijeron 14 de ellos:

Angela Merkel, canciller de Alemania: “Lamento mucho que el presidente Trump desde noviembre no haya admitido su derrota, y ayer tampoco”.

Emmanuel Macron, presidente de Francia: “Cuando, en una de las democracias más antiguas del mundo, los partidarios de un presidente saliente toman las armas para desafiar los resultados legítimos de una elección, una idea universal –la de ‘una persona, un voto’– se socava”.

Boris Johnson, primer ministro del Reino Unido: “Son vergonzosas las escenas en el Congreso de Estados Unidos”.

Justin Trudeau, primer ministro de Canadá: “La violencia nunca logrará anular la voluntad del pueblo”.

Francisco, papa de la iglesia católica: “‎Esto debe ser condenado, este movimiento, independientemente de las personas involucradas”.

Giuseppe Conte, primer ministro de Italia: “La violencia es incompatible con el ejercicio de los derechos y libertades democráticas”.

Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN: “El resultado de esta elección democrática debe ser respetado”.

Josep Borrell Fontelles, jefe de política exterior de la Unión Europea: “Se trata de un ataque invisible contra la democracia estadounidense, sus instituciones y el Estado de derecho”.

Narendra Modi, primer ministro de la India: “No se puede permitir que el proceso democrático se subvierta mediante protestas ilegales”.

Nicola Sturgeon, primera ministra de Escocia: “Las escenas del Capitolio son absolutamente espantosas. Es una pena para aquellos que han incitado este ataque a la democracia”.

Stefan Lufven, primer ministro de Suecia: ‎”Trump y varios miembros del Congreso tienen una responsabilidad sustancial por los acontecimientos”.

Erna Solberg, primera ministra de Noruega: “Este es un ataque totalmente inaceptable contra la democracia”.

Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel: “El ataque al edificio del Capitolio fue un acto vergonzoso, y debe ser condenado”.

‎Jacinda Ardern, primera ministra de Nueva Zelanda: “La democracia –el derecho de la gente a ejercer un voto, hacer oír su voz y luego tener esa decisión mantenida pacíficamente– nunca debe ser deshecha por una turba”.‎

El jueves 7, al ser cuestionado sobre el asunto, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo: “No vamos nosotros a intervenir en estos asuntos que corresponden resolver, atender a los estadounidenses, esa es nuestra política”.

¿Por qué no se atrevió a condenar lo que ocurrió como sí lo hicieron hasta los aliados de Trump, entre ellos, Johnson y Netanyahu? Su respuesta dejó mucho que desear, porque una cosa es opinar sobre un hecho violento que dejó muertos y otra es intervenir en los asuntos de otro país.

¿Será porque de alguna manera está de acuerdo con que su amigo Trump instigara el ataque para impedir que el poder legislativo avalara la elección que ganó Biden? ¿Al no condenar el hecho lo avaló?

¿Por qué ha decidido AMLO ofender al nuevo presidente estadounidense, primero negándose a aceptar su triunfo y luego al no reprobar la insurrección de Trump?

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