El Mismo Infierno pero con Diferentes Diablos. Vislumbres de Futuro…(I)

"¡Juega con quien tiene y habla con quien sabe...!", El "Melodías" Doctor Emeritus en Ciencia Hípica y otros menesteres...

28 de junio, 2017

Enrique Rodríguez-Cano Ruiz

“¡Juega con quien tiene y habla con quien sabe…!”, El “Melodías” Doctor Emeritus en Ciencia Hípica y otros menesteres…

Platicando con un amigo muy querido —polémico, controvertido, culto, divertido— y sobre todo muy bien informado, me aseguraba que en términos económicos nuestro país va bien. ¡Los indicadores así lo dicen!

Tengo que confesar que no es posible ganarle una discusión a mi letrado amigo —por mi evidente falta de información— pero presumo que tengo sentido común —algo he visto y vivido— y simplemente no me checa su afirmación. Es como cuando usted conoce a una mujer y en el primer date —valga la comparación—sabe uno si hubo click o no.

No me parece que el país marcha bien. Me explico.

A favor del dicho de mi amigo, sí, las ventas de autos nuevos han estado creciendo de forma acelerada, pero investigando y escuchando un poco, un buen porcentaje de las ventas se hacen a crédito (parece que más que el 70% del total); el mercado inmobiliario también es dinámico pero gracias a los créditos pactados. Los bancos ofrecen sus tarjetas de crédito como pan caliente: buscan nuevos tarjetahabientes. En resumen, la gente se endeuda y ojo, ya vivimos una situación semejante —de jauja— y en 1995 el sistema colapsó.

Por otro lado, he escuchado que el turismo rompe récords de ocupación y la exportación agropecuaria factura millones y millones de dólares, pero es un hecho que en “nuestro campo” hay millones de campesinos que no tienen trabajo y apenas pueden subsistir. Eso es cierto, basta darse una vuelta por Oaxaca, Chiapas o hasta por el rico Veracruz para comprobarlo. Lo único que no se vende son caballos Pura Sangre de carrera, pues ya no hay quién los produzca y están en peligro de extinción (aprovecho el auto comercial, lean mi artículo en la revista de junio de Ruiz Healy Times)… pero eso es otra historia.

Mi argumento en contra de la supuesta “estabilidad económica” es que el crecimiento pende de alfileres y en los últimos tres sexenios ha aumentado a tasas muy bajas y como en 1994-1995 —Dios no lo quiera— podría darse otro error de diciembre o similar; o simplemente que haya trabas en la firma de un nuevo tratado de libre comercio y eventos similares que pueden provocar una catástrofe y ni confesados nos agarran. Al final de este gobierno priísta, esas cosas pueden volver a suceder fácilmente.

Para mí es evidente que la desigualdad en la distribución de la riqueza es pavorosa; en cambio, la repartición de la pobreza crece y crece. Entonces el argumento de que “vamos bien” es inexacto. Y si le sumamos las consecuencias que vivimos todos los días a causa de la impunidad, la corrupción, el crimen organizado y la falta de un estado de derecho, no hay mucho que festejar. Este sexenio ha sido un desastre y en el sector social que se le rasque huele mal. Sale pus. Y como ejemplo de la podredumbre, hemos sido testigos de todos los ex gobernadores y su pandillas buscados o encarcelados… ¡Como nunca! ¿Y los que faltan?

¿A dónde voy con este análisis? Si mi lectura es medianamente correcta, el año que entra —año de elecciones— el país todo, requiere la imperiosa necesidad que el sistema político cambie —de raíz— con la finalidad de combatir la desigualdad señalada, tener un sistema educativo que funcione y un Estado de Derecho impecable acompañado de un Sistema Nacional Anticorrupción independiente. Los tres aspectos son fundamentales para que el país no se desmorone y se pueda blindar en ese aspecto. Falta una visión para el desarrollo acelerado del país acorde al siglo 21, no del pasado.

Así se acerca a todo galope la selección de los candidatos presidenciales de los partidos. PAN y PRD hablan de unirse para crear un frente progresista y democrático para impedir que el puntero —el famoso populista Andrés Manuel— salga vencedor o para que el PRI repita. Dígame usted amigo lector, si le ponen una pistola en la cabeza y tiene que elegir entre los dos ¿por quién votaría? No hay a cuál irle. ¿AMLO es mejor opción? Pudiera resultar el menos “pior”. Claro, doña Delfina ocuparía una secretaria de Educación. Mmm… Entonces me retracto.

La única opción que encuentro es la unión —una verdadera coalición— entre todos los partidos de oposición que presumo son PRD, PAN, MC y algún otro de la chiquillada, unidos de la mano con la sociedad civil organizada para integrar un frente democrático, progresista o como lo quieran bautizar con el objetivo de formar un programa de gobierno decidido a resolver de fondo los temas planteados.

¿Tendrán la capacidad, inteligencia, voluntad y patriotismo de elegir a un hombre sensato para dirigir esta revolución? Un hombre o mujer que no vea sólo por sus intereses personales y los de sus cuates y que además se quiera súper enriquecer. ¡Ha pasado!, ¿no..?

¿Va el PAN a postular a Margarita Zavala y el PRD lo aceptaría? ¿El PRD va a proponer a Silvano Aureoles y el PAN va a ir con él…? Imposible. La opción es encontrar a un hombre o mujer distinto a los que se barajan. De la sociedad civil. Alguien con un perfil distinto. De esta forma se podrá reunir un equipo de colaboradores de excepción. ¡Claro que existen muchos mexicanos capaces! En los mismos partidos debe haber, pero al formarse las coaliciones se deberán quitar la ideología del mismo.

Ahora ¿será nuevamente diputado Emilio Gamboa Patrón o Carlos Romero Deschamps? ¿Carmen Salinas será senadora…? Con seguridad, pronto empezarán los chapulines a saltar de curul en curul todos buscando colocarse. Yo veo en el futuro a un senador Videgaray y otro de apellido Nuño, si es que no son los ungidos por su partido para competir en la “grande”. ¡Será senadora doña Vázquez Mota y otro de apellido Mancera!

¿Tendremos el mismo infierno pero con diferentes diablos? Al tiempo…

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