CARTAS A TORA 289

Cocatú, un alienígena en forma de gato, llega a vivir a una vecindad de la CDMX. Diario le escribe cartas a Tora, su amada, quien lo espera en una galaxia no muy lejana.

11 de noviembre, 2022

Querida Tora:

Hace unos días hubo un escándalo en la vecindad (otro más), ¿y a que no sabes por qué?: porque la señora del 54 encontró a su hija menor cociendo un calzón de su novio. ¿Puedes creerlo? Yo no podía, así que no me despegué de la señora y su hija hasta que averigüé todo.

El escándalo empezó desde temprano, en que las dos empezaron a gritar y a manotear, y luego la señora sacó la olla que tenía la hija en la estufa y tiró su contenido al patio. Todas las comadres se congregaron enseguida y acosaron a la muchacha preguntándole qué había hecho y con quién y por qué y cómo y cuándo y no sé cuántas cosas más. Y es que, la verdad, ¿qué tiene que hacer una muchacha de su casa, joven y recatada, cociendo un calzón del novio?

Como la chamaca no quería hablar, fueron a llamar a doña Sura, la bruja o adivina o chamana que vive en la vecindad. Esta vio el cuerpo del delito (vulgo calzón) y le preguntó si se trataba de un cocimiento de calzón con hierbas de olor para el endulzamiento del dueño. La chava seguía muda; pero la madre le dio un sopapo que la hizo llorar, y al fin abrió la boca para decir que no tenía nada de malo, que al contrario. La mujer le preguntó cómo había obtenido esa prenda, y ella juraba y perjuraba que no había hecho nada malo; pero de nada le valió, y acabó por soltar la sopa (No vomitó. Hablo en sentido figurado).

Dijo que su novio es un muchacho muy guapo, muy bueno y muy respetuoso; pero es un poco enojón, y siempre la anda regañando porque en la escuela platica con algún compañero, o si llega a la vecindad con algún vecino, o si alguien le manda algún chat. Y como ya estaba desesperada, por consejo de una amiga fue a ver a una bruja que vive en la otra colonia (Hubieras visto la cara que puso doña Sura). Y ella le recomendó (Después de cobrar sus honorarios, que acabaron  con el presupuesto de la chava para todo el mes) que hiciera el cocimiento. “¿Pero cómo consigo el calzón?”, preguntó ella, angustiada. “Haz lo que tengas que hacer”, le contestó la enigmática mujer, guardándose el dinero entre sus partes blandas.

“¡Desgraciada!”, gritó la vieja, y empezó a azotarla otra vez. “Ya perdiste lo más valioso que te di”. La hija se metió entre las piernas de las demás para esconderse, y eso le sirvió un poco para aplacar la furia de la madre. Entonces intervino doña Sura, y dijo que si les explicaba cómo hizo para conseguir el calzón, ella le daría otra receta de endulzamiento que estuviera más a su alcance.

Entonces, la muchacha dijo que había urdido cientos de planes para desvestir al chico y robarle la prenda, pero que eran todos muy difíciles de poner en práctica. Por fin, se le ocurrió ir al hotel de la esquina a contratar a una de las muchachas. “¡¿Para qué?!”, rugió la madre. “No me digas que te hiciste tortillera”. Doña Sura la contuvo antes de que se le fuera encima y la sujetó hasta que la chica terminó su relato. Lo mejor que se le había ocurrido era contratar a una de las “flores del pecado” (Así la llamó, pues se quiso poner poética) y pagarle para que sedujera al novio y le robara el calzón.

Un suspiro de alivio escapó de todos los atribulados pechos, pues no se había hollado territorio sagrado, pero le preguntaron a la chava si eso no le había dolido. Y la chica inclinó la cabeza y respondió: “Mucho. Pero era por su bien”.

Muchas elogiaron su forma de proceder, y le dijeron  que siguiera así, sin entregar nada antes de tiempo. Doña Sura cumplió su palabra, y dio a la chava una receta de puras hierbas, eficacísima para controlar a los muchachos suspicaces y coléricos, y que también  les cura el acné, que es lo que a veces los impulsa a tener malos pensamientos. Total, que la chica se metió corriendo a su vivienda a hacer el nuevo cocimiento.

¿Tú serías capaz de hacer algo así, por el bien de tu novio? Es pregunta teórica, porque yo no soy ni suspicaz ni colérico, pero ¿serías capaz?

Te quiere

Cocatú

  1. D.- El calzón lo recogió doña Sura y lo guardó, por si acaso.
Comentarios


Quimera y realidad

Quimera y realidad

Un libro nos sitúa en tiempo y espacio. Nos enseña a valorar y trabajar lo que hoy tenemos y que tal...

abril 2, 2024
CARTAS A TORA

CARTAS A TORA 344

Cocatú, un alienígena en forma de gato, llega a vivir a una vecindad de la CDMX. Diariamente le escribe cartas a Tora,...

abril 5, 2024




Más de categoría

De la enseñanza de la literatura a la educación literaria

Autor: Xavier Mínguez López Profesor en la Universitat de València. La enseñanza de la literatura, tal como la conocemos...

abril 24, 2024
El trazo de mis pisadas. Denuncio con poesía la realidad de mi pueblo Saharaui: Bachir Ahmed Aomar

El trazo de mis pisadas. Denuncio con poesía la realidad de mi pueblo Saharaui: Bachir Ahmed Aomar

“¿Cómo es posible que en 2024 haya un país ocupado por otro? ¡Qué haya colonialismo en el siglo XXI...

abril 23, 2024

Leer, ¿enfermedad o medicina?

Autor: Silvia Hurtado González Profesora del Departamento de Lengua Española de la Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de...

abril 23, 2024
Por el Día del Libro

Por el Día del Libro

Leer es encontrar algo que va a existir. -Ítalo Calvino

abril 23, 2024