Donald Trump, toma de protesta

Existen acontecimientos históricos que determinan la orientación de una nación y del mundo...

26 de enero, 2017

Angélica Murillo Garza

Existen acontecimientos históricos que determinan la orientación de una nación y del mundo como el acontecido el lunes 20 de enero de 2017, donde Donald Trump tomó protesta como el 45° Presidente de los Estados Unidos de América.

Trump con una retórica sombría y falta de estructura discursiva emitió su mensaje en escasos 16 minutos en particular para sus simpatizantes, ya que como hemos visto en los diferentes medios de comunicación, hay un gran porcentaje de personas que difieren de opinión del nuevo Presidente.

El Presidente Trump, como parte introductoria de su discurso y sin mayor preámbulo, agradeció la presencia del Presidente de la Corte Suprema Roberts, Presidente Carter, Presidente Clinton, Presidente Bush, Presidente Obama, compatriotas estadounidenses y gente del mundo.

Analizando la connotación y denotación de la estructura del discurso de Trump desde una interpretación hermenéutica y heurística surge el planteamiento del problema: ¿Cuál es la percepción identitaria que tiene Donald Trump respecto a su propia nación, los Estados Unidos de América?

Algunas posibles respuestas se asoman en las siguientes líneas textuales de su pronunciamiento oficial:

Posicionamiento de Trump sobre los Estados Unidos de América

“We, the citizens of America, are now joined in a great national effort to rebuild our country and to restore its promise for all of our people”.

“Nosotros, los ciudadanos de Estados Unidos, estamos ahora unidos en un gran esfuerzo nacional para reconstruir nuestro país y restaurar su promesa con sus ciudadanos“.

Trump, desde su posicionamiento personal y discursivo, envía a sus compatriotas estadounidenses y la gente del mundo como lo mencionó, un panorama nacional de un país que según él no tiene una estructura interna y que en cierta manera no ha cumplido con sus ciudadanos.

¿Promesa o advertencia?

Trump no tan sólo promete conciudadanos que determinarán el curso de los Estados Unidos sino que también el destino del mundo. Es la lucha antagónica entre lo real y lo irreal. ¿Cómo querer orientar al mundo cuando en su país multicultural y vasto Trump no goza de la aceptación total o bien por la mayoría de los ciudadanos?

“Together, we all determine the course of America and the world for years to come”.

“Juntos determinaremos el curso de Estados Unidos y el mundo por muchos, muchos años por venir”.

Perfil de los ciudadanos americanos, según Trump

Trump con su visón subjetiva agrega:

“…we are not merely transferring power from one Administration to another, or from one party to another- but we are transferring power from Washington, D. C., and giving it back to you, the American People”.

“…no estamos simplemente transfiriendo poder de una administración a otra o de un partido a otro. Estamos transfiriendo el poder de Washington, D. C., y devolviéndoselo al pueblo”.

Trump subestima a los ciudadanos y los deja ver como personas endebles y sin poder y que sólo él podrá retribuírselos. Estados Unidos ha sido y es un pueblo fuerte y quien le otorga esa envestidura de progreso es su gente que hace que sea una gran nación.

Un Presidente autoritario y demagógico

“That all changes-starting right here, and right now”.

“Todo eso cambiará aquí y ahora mismo”.

“What truly matters is not which party controls our government, but whether our government is controlled by the people”.

“Lo que realmente importa no es qué partido controla nuestro gobierno sino que nuestro gobierno sea controlado por el pueblo”.

El discurso de Donald Trump está orientado en cierta parte en promesas futuristas, populistas y de incertidumbres, habla de ciudadanos olvidados por sus gobernantes y más aún refiere que no hay lugar para los prejuicios.

Algunas Consideraciones

Trump habló de todo menos de las líneas estratégicas de un plan de gobierno como: el Sistema de de Educación, políticas públicas de salud, económicas, seguridad social, economía, inmigrantes, política exterior, fuerza laboral vivienda, pobreza, derechos humanos, justicia etc.

El sociólogo, filósofo y ensayista polaco, Zygmunt Bauman (2005:1) en su texto titulado Ética posmoderna menciona que “es cierto que cuanto más necesitamos ciertas cosas, más difícil es conseguirlas. E indudablemente esto se aplica a las reglas éticas comúnmente acordadas; las cuales cabría que podrían guiar también sean observadas; reglas que podrían guiar nuestra conducta con los otros-la nuestra hacia los otros y, simultáneamente, la de los otros hacia nosotros- para sentirnos seguros en la presencia de los demás, ayudarnos mutuamente, cooperar de manera pacífica y obtener de la presencia de los demás un placer libre de temor y de sospecha”.

Bauman (2004:19) afirma que “la desintegración de la trama social y el desordenamiento de las agencias de acción colectiva suelen señalar con gran ansiedad y justificarse como “efecto colateral” anticipado de la nueva levedad y fluidez de un poder cada vez más móvil, escurridizo, cambiante, evasivo y fugitivo… Para que el mundo fluya, el mundo debe estar libre de trabas, barreras, fronteras fortificadas y controles”.

Este sociólogo reafirma que la “sociedad líquida” la cual debe ser flexible, demanda que la ideología política debe transformarse es decir debe considerar e integrar a todos los ciudadanos en el centro de ella. Necesitamos una sociedad con valores emergentes más sólidos y ciudadanos y gobernantes comprometidos con la igualdad, pertinencia y justicia social para todos los habitantes del mundo. La incertidumbre engendra ansiedad y miedo, y el miedo, resta libertad.

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Referencias

Bauman, Zygmunt (2005). Ética posmoderna. México: Siglo XXI.

(2004). Modernidad líquida. Argentina: Fondo de Cultura Económica.

Discurso de Donald Trump Inglés-Español. Toma de protesta como Presidente de los Estados Unidos de América (2017). USA.

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