Tu vehículo dice mucho de ti

Son las diez de una calurosa mañana de verano en Monterrey, N. L., Mario se encuentra en una sala de espera al interior de un… Son las diez de una calurosa mañana de verano en Monterrey, N....

23 de febrero, 2016

RHT

Son las diez de una calurosa mañana de verano en Monterrey, N. L., Mario se encuentra en una sala de espera al interior de un…

Son las diez de una calurosa mañana de verano en Monterrey, N. L., Mario se encuentra en una sala de espera al interior de un edificio corporativo. Ha acudido a una entrevista de trabajo para ocupar una vacante administrativa, a sus 38 años de edad afirma conocer los procesos de selección de personal.

Mario ha logrado pasar por los primeros filtros de eliminación de candidatos, en aquella sala conoce a su rival. Se llama Said, de 34 años de edad quien se muestra amigable, poco sociable, muy inteligente y ordenado. Tras conversar con él, Mario afirma en su interior: “Es muy retraído, no la va a hacer aquí”.

Mario habla de su gran trayectoria administrativa, su personalidad de “Ser el alma de la fiesta”, muy sociable y extrovertido, es aquel orgulloso de ser egresado de una Universidad privada costosa.

Mientras ambos conversan, son interrumpidos por Sergio (el asistente del reclutador) para avisar que Ángeles (la entrevistadora) se encuentra atrasada. “¡Llamó para avisar que acaba de llegar al aeropuerto! Realmente está muy cerca de aquí. Por favor, si no es mucha molestia podrían esperar y alguien de ustedes ¿puede recogerla y traerla para entrevistarlos?”

Said levanta la mano para ir y a la vez Mario intenta opacarlo, simplemente se levanta del sillón y dice: “voy yo. Said puede esperar, además él no estacionó su auto en la puerta del edificio como yo”.

Ángeles conoce a Mario. Él se muestra muy sociable y amigable con todos, y se ofrece a cargar su equipaje conversando amenamente. El Audi A6 2013 de Mario es el auto ideal para un ejecutivo. Limpio en su exterior, pero su interior deja mucho que desear.

Ángeles se percata del desorden en su interior. El rollo de papel se ecuentra fuera de la guantera, basura por la alfombra, algo de ropa en el asiento trasero y además en sus compartimentos se encuentran diversos tickets de compra y embolturas de dulces.

Luego, ella se presenta con Said, conversa brevemente con ambos candidatos y los invita a ir a desayunar, le pide a Said que los lleve a un restaurant.

Ahora viajan en un Peugeot 208 modelo 2010, no tan nuevo como el Audi de Mario. Su limpieza exterior la refleja en el interior del vehículo, es un auto aromatizado, sin basuras, ni ropa en los asientos. Ángeles guarda sus llaves en la guantera y se percata que se encuentra ordenada.

Durante el desayuno charlan sobre su vida personal, amigos, familia, gustos musicales y aficiones. De regreso a la oficina, les comenta que el proceso concluyó y que pronto la empresa decidirá quién será contratado. Ambos se muestran sorpendidos preguntando: ¿Pero no nos has hecho la entrevista?, ella afirma: “ya se hizo. Muchas gracias por participar”

Mario no sabía que el proceso de selección de personal de la empresa es distinto a otros. Aplican un método que selecciona a los candidatos finales que cuentan con la formación y experiencia requeridos, y a la vez al que mejor posea una personalidad que se apegue a su cultura organizacional, un método centrado en evaluar más al candidato como persona que como profesional. Ambos no se fijaron que mientras conversaban en la sala de espera, Sergio evaluó sus reacciones.

Se da a conocer que Said es contratado por la limpieza y orden que mostró en su vehículo, debido a que la empresa considera que el aspecto y cuidado de nuestros bienes propios de uso diario (como los autos) reflejan el nivel de responsabilidad y el aseo personal que tenemos. A pesar de no ser tran extrovertido como Mario, y de no ser egresado de una Universidad privada de alto costo, mostró una fortaleza importante para la empresa que Mario carece.

¿Cuál es el aspecto personal que reflejas en tu auto? El estado en el que mantenemos nuestros bienes íntimos hablan por sí mismos de nosotros. Me despido recordando el refrán que dice: “las cosas se parecen a su dueño”

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