Panorama de las Administraciones Públicas América Latina y el Caribe 2014

27 de agosto, 2014

AdminRHT

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) publicaron el pasado 20 de junio, su informe titulado Panorama de las Administraciones Públicas América Latina y el Caribe 2014. El reporte examina 17 países en 31 áreas, mostrando el rendimiento de países de América Latina y el Caribe (ALC) entre sí y frente al promedio de la OCDE.

Principales Resultados:

Los gobiernos de la región de América Latina y el Caribe (ALC) son relativamente pequeños.
El empleo público constituye 10.7% de la fuerza de trabajo, mientras que en la OCDE el promedio asciende a 15.3%.
Los ingresos de los gobiernos de América Latina y el Caribe equivalen a 25.6% del PIB y el promedio en los países de la OCDE es 41.9%.
Mientras que los promedios de gastos de los gobiernos de América Latina y el Caribe son 27.8% del PIB y el promedio en los países de la OCDE es 45.2%.
Esto obedece, en parte, a un bajo nivel de recaudación impositiva.
Además al contrario de la OCDE, los gobiernos de ALC dedican una parte sustancialmente menor del gasto a beneficios sociales y transferencias a sus ciudadanos.
Un sector público eficiente es algo positivo, pero se requiere de un tamaño mínimo para prestar servicios adecuados.
Los datos sobre compensación de los empleados públicos reflejan una estructura de remuneraciones desigual.
Por primera vez se han recopilado datos sobre la compensación de los empleados del gobierno central para posiciones seleccionadas, aunque menor en términos monetarios absolutos ajustados, en términos relativos con relación al PIB per cápita, la compensación de todas las posiciones en los países de ALC es superior a la de los países de la OCDE.
En promedio, la compensación de un directivo superior equivale a 11.3 veces el PIB per cápita en los países de ALC, comparado con 5.9 veces en los países de la OCDE.
Cuando se comparan los niveles de remuneración de diversas posiciones, se encuentran diferencias más grandes en la región ALC que en la OCDE.
Las amplias diferencias de remuneración significan que los jefes superiores ganen 6.7 veces más que las secretarias, en comparación con 4.6 veces en los países de la OCDE.
La representación de las mujeres en la política ha aumentado; en los países de ALC el 21% de los ministros eran mujeres en 2012.
Ese mismo año las mujeres ocupaban el 20% de los escaños parlamentarios en la Cámara naja o la Cámara única del Parlamento, estas dos cifras han aumentado desde 2005.
Además 12 países de ALC han introducido por ley un sistema de cuotas como medio para cerrar la brecha de género en la representación parlamentaria.
En los países de la OCDE las mujeres ocupaban el 25% de los cargos parlamentarios y ministeriales y sólo nueve países han adoptado por Ley un sistema de cuotas.
Los países de ALC están fortaleciendo sus marcos fiscales mediante prácticas presupuestarias innovadoras.
Numerosos países de la región han adoptado prácticas presupuestarias con el fin de asegurar una mayor adhesión a la disciplina fiscal y sostenibilidad de largo plazo.
Diez países de América Latina y el Caribe han introducido normas fiscales en un esfuerzo para aumentar la estabilidad macroeconómica.
En países por ingresos fiscales por materias primas no renovables, las reglas fiscales en muchos casos van acompañadas de fondos de estabilización como medio para reducir las fluctuaciones en los ingresos, acumulando recursos adicionales durante los auges de los precios y financiando los gastos necesarios durante los periodos de contracción.
Ocho países de América Latina y el Caribe utilizan marcos de gastos a mediano plazo, con el fin de crear la disciplina presupuestaria necesaria para gestionar el gasto de manera anticíclica.
11 países de ALC (de los 17 encuestados) han creado presupuestos basados en resultados a nivel del gobierno central con el fin de mejorar la asignación y la eficacia del gasto público.
En 14 países el Parlamento o el Congreso disponen de apoyo, en mayor o menor medida, para generar información presupuestaria y económica, y para asegurar la eficiencia y la transparencia del gasto público.
En comparación el 88% de los países de la OCDE han implementado marcos de gastos de mediano plazo y el 97% han implementado reglas fiscales, además el número promedio de reglas por país ha aumentado.
Los presupuestos basados en resultados se aplican en todos excepto en ocho de los países de la OCDE.
Los niveles de inversión son relativamente bajos y los gobiernos se enfrentan a importantes preasignaciones presupuestarias.
En 2011 en promedio la inversión pública representó el 2.6% del PIB en los países de ALC, estos niveles son relativamente bajos cuando se comparan con otras regiones en desarrollo.
La contratación pública electrónica y la disponibilidad pública de documentos de contratación es una práctica generalizada en los países de ALC.
Los sistemas de contratación pública en los países de ALC representan hasta el 20% del PIB, lo cual los ha convertido en un componente esencial las administraciones públicas y en objeto de numerosas reformas en los últimos años.
Aunque solo el 40% de los países de ALC incorpora objetivos sociales y de medio ambiente en el proceso de contratación.
Para los miembros de la OCDE se observa la existencia de estrategias y políticas para fomentar la contratación verde, promover las pequeñas y medianas empresas y brindar apoyo a bienes y servicios innovadores, respectivamente en el 80%, 74% y 51% de los países.

Principales resultados para México:

Cerca del 36.8% de los miembros del Congreso son mujeres en México, esta es la tercera proporción más alta entre los países de ALC.
Mientras que el porcentaje de las mujeres nombradas como ministras es del 21.1%, cifra mayor al promedio de ALC que es de 19.8%, pero menor al promedio OCDE de 25%.
En México los jefes superiores ganan 6.8 veces más que las secretarias, en comparación con 6.7 veces del promedio de la región y de 4.6 veces en los países de la OCDE.
México cuenta con el índice compuesto de presupuesto por resultados más alto en la región: 0.64 (en una escala de 0 a 1)
En México, el gobierno federal lleva a cabo no más del 21% de la inversión gubernamental general, el nivel más bajo en ALC.
En México los ingresos de la administración pública equivalen a 23.1% del PIB y el gasto público al 26.5% del PIB, cifras menores al promedio de ALC que es de 25.6% y 27.8% respectivamente.
El balance fiscal de México es -3.4% PIB que contrasta con el promedio de ALC que es de -2.1% del PIB.
La deuda gubernamental del país es de 43.6% del PIB vs 40.9% del promedio de ALC.
El gasto en inversión del gobierno equivale al 2.7% del PIB vs el 2.6% del promedio ALC.
En México la información pública sobre las adquisiciones del gobierno federal está disponible al público en los 10 rubros evaluados.

Fuente: OECDE/IADB, USA (2014), Panorama de las administraciones públicas: América Latina y el Caribe 2014 (Versión preliminar), OECD Publishing.

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